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Escritor, investigador y humanista colombiano, con estudios en filosofía. Fomentador de los cánones clásicos de la poesía española e hispanoamericana, en un sano marco de patriotismo colombiano y latinoamericano.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

LA CASTA FAMILIAR COGOLLO (Poema)


LA CASTA FAMILIAR COGOLLO
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

1.  La península italiana con su historia de grandeza
Vio elevando la cabeza a aquella estirpe sin igual…
Los Cogollo, gran familia, cuyo rostro de entereza
Se levanta en fiel combate contra el símbolo del mal.
Los jinetes que le infieren al austríaco con fiereza
Su derrota a cuatro vientos son de Italia el pedestal…
Garibaldi va y les grita: … ¡Defendamos con firmeza
Nuestra patria, Nueva Roma, que ante el mundo sea inmortal!
Los Cogollo le responden: ¡Lucharemos con el alma!
¡Siempre unidos conquistamos de los triunfos verde palma!

2.  Cuando Italia se hizo libre y expulsó a sus invasores
Los Cogollo recibieron de su rey regio laurel…
Un escudo en lambrequines, oro y plata, entre fulgores,
Con un yelmo coronado por cien joyas a granel.
Y un collar de oro macizo con la cruz de los honores
Que recuerda al mundo entero el gran valor de su broquel;
¡Las mujeres y los hombres de Cogollo son las flores
De la nueva monarquía que florece en el dintel!
Un leopardo hecho de oro que pasante se le observa
Es el símbolo de gloria que en la patria se conserva.

3.  En graciosa torrecilla, con sus piedras color plata,
Se levanta el noble símbolo que alude al ideal…
De defensa de la tierra, con sus armas que desata
Viva fuerza contra el ímpetu del fiero más letal.
Entre tréboles dorados que son signo que remata
A la diestra y la siniestra el argentino pedestal;
Se levanta entre dos fajas de zafiro que delata
La grandeza de la sangre de esta casta tan leal.
¡Los Cogollo fueron grandes en Italia y más lo fueron
En las tierras catalanas donde luego prosiguieron!

4.  De la brava Cataluña y su grandiosa Barcelona
Los Cogollo prosiguieron hacia Burgos, capital…
De los reyes de Castilla, cuyo juicio no perdona,
Y expulsara a don Rodrigo de Vivar, el principal.
Mas llegado el tiempo grande en que Colón vino en persona
A las tierras de la América del fuego tropical;
Quiso el Dios del universo bendecir la vasta zona
De las tierras del Chimila y del Zenú en el litoral…
Donde corre el Magdalena, allá en Mompox la valerosa
¡Allí vino de Cogollos nuestra estirpe generosa!

5.  En Italia fue Cogollo, mas, en lengua catalana
Se transmuta en esta forma y de Cogolls vino a ser.
En Castilla es Cogolludo y Cogollo se dimana
O Cogollos y Casallas y Coello, por doquier[1].
Cuando llega a Cartagena       de murallas muy galana;
El primero es un Cogollos, que la llega a conocer…
El que llega al Magdalena con Heredia en la mañana
A fundar a Santa Cruz la de Mompox como un deber.
Así fue como llegaron los Cogollos de la sierra
De Castilla y Cataluña hacia el Sinú su nueva tierra.

6.  El Cogollo es muy valiente, hombre alto y aguerrido
Con su piel color moreno y sus ojos color miel.
Las mujeres son hermosas con un rostro definido
Y un febril temperamento con dulzura a flor de piel.
De la estirpe de Cogollo el valor más expandido
Es el culto por las letras y las artes a granel;
Escritores y poetas y un pintor reconocido
Pues el alma de un Cogollo persiguiendo va el laurel.
Los Cogollo son la flor de cuatro patrias en la historia:
Cataluña, Italia libre, con Castilla y mi Colombia.

7.  ¡Adelante los Cogollo! Levantemos la bandera
Que de Roma a Barcelona brava sangre late ya.
En los pechos y en las almas, con la fuerza tesonera,
Del que dice en mi alta frente la corona brillará.
Donde lleguen los Cogollo no habrá males por doquiera,
Porque somos gente honesta, la que siempre triunfará…
Sobre el mal y los cobardes correrán en talanquera;
¡Pues la fuerza de este brazo su cabeza aplastará!
¡Un Cogollo no se rinde pone el pecho con bravura!
¡Caballeros desafiantes y mujeres de hermosura!

8.  Un Cogollo es educado, bien hablado y muy compuesto
La mujer es imponente con su porte señorial.
Donde llegan los Cogollo les ofrecen mejor puesto
Y la dama es apreciada por su gesto matriarcal.
En las ciencias no hay quien gane a los Cogollo… ¡Por supuesto!
Se destacan por su ingenio y su pragmático ideal…
Son por siempre intelectuales y creativos en su gesto,
Su memoria es como un cesto de magnífico caudal.
¡Un Cogollo dio agasajo ante su mesa al gran Bolívar!
Y acabaron en la tierra cordobesa el triste acíbar.

9.  En la casa de Cogollos hay Andrés, José María,
Y también José Dolores y Felicias del sitial.
Hay Domingas y Venicias, Idalides, linda tía,
Muchas Anas, Edelmiras y Aidas Rosas por igual.
Nombres siempre muy castizos que la historia nos traía
Con el gran temperamento de Cogollo en su historial…
Varios Guidos y Medardos y Raúles de valía
Junto a Toños y Franciscos con su historia existencial.
¡Y quizás se me escaparon unos cuantos nombres viejos!
Lo lamento, eran ejemplos nominales y reflejos!  

10.              Dios bendiga para siempre a nuestra raza cogollera
Y levante su bandera hasta la altura sideral.
Un Cogollo no se humilla, pues se yergue a su manera
A la altura más sublime con su brillo celestial.
El amor por nuestra patria da dureza a la madera
Que compuso los perfiles de esta casta sin igual…
Y el amor al Dios del cielo es la virtud que persevera
En las casas de Cogollos que son fuego hasta el final.
¡Que la Virgen nos bendiga y nos acune entre su manto!
¡Repetimos los Cogollo con orgullo en este canto!   

Madrid – Cundinamarca
Noviembre 12 de 2017
Colombia






[1] El apellido original italiano es COGOLLO (Se pronuncia /Kogólo/). Al pasar a Castilla, generó las variantes: Cogollos, Cogolludo, Coello (al parecer de origen judío sefardita estos últimos) y Casallas. En Cataluña se trasformó en Cogolls en lengua catalana. 

viernes, 6 de septiembre de 2019

LA HISTORIA DE LA CANCIÓN EL CORDOBÉS (Artículo)

NABO COGOLLO GUZMÁN, en amena parranda vallenata con el acordeonista y compositor de música de acordeón, Andrés Landeros Guerra. Locación: FINCA LA FLORIDA. Año: 1970, aprox. Nabo Cogollo de pie, con sombrero. Landeros, con acordeón. 

1

LA HISTORIA DE LA CANCIÓN EL CORDOBÉS

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Canta pinto blanco, hazle honores a tu raza

Y que te acompañe el nazareno de la cruz…

¡Pelea como sabes tú, haz de tu pata una metralla! ¡Para que sepan en la valla, como pelean los del Sinú!

Desde los ya lejanos días de mi niñez crecí escuchando este clásico de la música de acordeón en la tierra cordobesa, de la autoría del compositor de San Jacinto (Bolívar), Adolfo Pacheco Anillo, quien se lo compusiera a mi padre, a cambio de un gallo fino de la cría de gallos de pelea que mi papá entonces tuviera y que era de fama en la región. La historia como se la escuché referir alguna vez a mi papá, es la siguiente, enriquecida con elementos de posteriores entrevistas:

Corría el año 1963 y el acordeonero de San Jacinto, el señor de la cumbia y el lamento, Andrés Landeros Guerra, recorría la sabana con su acordeón terciado al hombro, acompañado en esta ocasión por Adolfo Pacheco, quien entonces era joven. Era el mes de febrero y en Cereté se celebraba la tradicional fiesta de la virgen de la Candelaria, que congregaba a toda la población en torno de las celebraciones religiosas y populares. Landeros y Pacheco se dirigieron entonces al Club Gallístico donde entraron en contacto con los grandes galleros de Cereté, entre ellos con Nabo Cogollo, quien sobresalía entre todo el personal con su personalidad imponente y su indeclinable don de mando. Corrían los ríos de “Tornillo”, es decir, de Ron Córdoba, la bebida popular de los sinuanos, al tiempo que se pactaban las apuestas y los gallos, esos gladiadores emplumados –como dijera el poeta cereteano Raúl Gómez Jattin-. El nombre populachero del Ron Córdoba le venía dado por la forma helicoidal de su botella. Una vez Landeros y Pacheco se abrieron paso entre la multitud, apretujada en el recinto cubierto de techo pajizo y hechas las presentaciones de rigor, los tres hombres acordaron participar de una parranda en la finca de Nabo, “La Florida”, ubicada a la orilla de la carretera entre Cereté y San Pelayo, en la margen izquierda, a 3 kilómetros de Cereté. La parranda fue proverbial y duró varios días, como era costumbre en mi casa. Dice Adolfo Pacheco Anillo en la entrevista que le concediera al periodista barranquillero Ernesto Mcausland, lo siguiente:

El cordobés fue un gallo de color pinto blanco que me regaló Nabonazar Cogollo, Nabo Cogollo en Cereté… Yo componía al principio, me fui con Andrés Landeros a Cereté, en una parranda de esas largas que hacía Nabo, y…y él me dijo, muy chabacanamente…



-Landeros cree que yo soy sordo porque se la pasa diciéndome en los discos…

¡Óyelo Nabo Cogollo! ¿Estás oyendo, Nabo Cogollo?

Entonces yo le dije…

-Hombe, yo te hago una canción…

2

¿Cómo?... ¿Usted hace canciones?

-Sí…

-Yo he oído mentar…

- A cambio de que me regales un pollo fino de esos que tienes ahí en tu gallería… Y me dice…

-¡Se lo lleva!

-Entonces yo a la próxima parranda, cuando ya hice, le avisé… le avisaron, entonces él organizó otra nueva parranda con sus amigos y yo le llevé la canción. Al principio la recibió como toda una canción así rara…

-¡Eso es poesía! -Me dijo Nabo!-... Eso es como poesía… ¿No tiene otra?

-No…

-¡No, está bien así! Está buena…

Total que la comenzamos a ensayar y ya al octavo día de parranda o décimo día de parranda, ya le iba gustando. Entonces la mandaba cada rato… ¡El gallito! Me decía… ¡Tóqueme El gallito! ¡Tóqueme El gallito!

-Nabo… ¡Yo lo puse el cordobés! ¡Tóqueme El gallito! 1

Adolfo Pacheco se llevó aquel valioso gallo que Nabo Cogollo le había regalado, de su afamada cría gallística en Cereté. Mi padre, evocando aquel ejemplar de su cría y decía lo siguiente en su viejo libro de cuentas (del cual sobreviven unos fragmentos), en la letra cursiva de elegante estilo inglés que lo caracterizaba…

“Hijos del Patasuave, con la gallina jabaíta del Chevo, (nacieron) 4 pollos diseñados con un balazo en (el) ala izquierda…”2


1  MACCAUSLAND, Ernesto. Adolfo Pacheco y El cordobés. El compositor colombiano Adolfo Pacheco invitó al periodista Ernesto McCausland a su gallería "El tropezón", en Galapa, Atlántico. Allí, entre gallos de pelea, le contó la historia de "El cordobés", uno de los mejores vallenatos. Crónica realizada con la nueva Nikon D7000. Cámara y edición: Ernesto McCausland/ Entrevista: Ana Milena Londoño/ Sonido: Naty Parra/ Asistente: Jorge Rondón. Subido el 02/02/2012.

2  COGOLLO GUZMÁN, Nabo. Libro de cuentas. (Fuente documental directa), pág. 63. 1962, 1963. (Aprox.)


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Ernesto Mccausland entrevistó a mi padre en 2007, en su parcela El hatico, en las afueras de Cereté (vereda de La Pozona), en cuyo video el entrevistado anotaba lo siguiente, sobre el gallo el cordobés…

-De esos gallos salió un gallo viejo que nosotros lo pusimos el Patasuave, que se cansó de matar gallos, que él nunca tuvo estado. Y ese gallo peleó aquí y en todas partes, en Cúcuta, en Bucaramanga, en el Valle… Y ese fue el pa´e del pollo ese… (el cordobés) ¡Yo lo puse a amansar! La gallina se la fui a comprar al doctor Matera, allá en (la hacienda) Canaguay…3

El gallo de Adolfo Pacheco tuvo mal fin y fue derrotado por un poderoso y pendenciero gallo que le atravesó el pulmón con la espuela, cegando para siempre su preciosa existencia. Pero quedó la inmortal canción que lentamente fue conquistando el sentir de las gentes en Cereté y todo el departamento de Córdoba, quizás por lo sentido y emotivo de sus estrofas, hasta llegar a ser considerado un clásico de la música popular sabanera de acordeón. Homobono Venerando Cogollo Guzmán, popularmente conocido como Nabo Cogollo, partió a las regiones de la eternidad en su natal Cereté, el 28 de noviembre de 2011, a la edad de 77 años, dejando tras de sí 7 hijos y un enorme acervo de anécdotas, correrías y andanzas, como quiera que fue un hombre proverbial en el mundo de los gallos, los caballos de paso fino colombiano y los vallenatos.

El Cordobés fue interpretada alguna vez en una caseta, en vivo, por el cantautor guajiro Diomedes Díaz Maestre (q.e.p.d.), en la década de los ochenta. Diomedes no se la sabía del todo bien pero el público enloquecido hacia la media noche, le coreaba… ¡Canta el Cordobés, el Cordobés! Y Diomedes se animó a cantarla, pero la letra se la iban soplando al oído, a media que avanzaba el tema. Fue por eso que esa interpretación se caracterizó por repetir una y otra vez los versos de cada estrofa, al principio, lo cual le gustó mucho a la gente. De esta manera

Diomedes tomaba un aire de respiro, mientras le decían lo que seguía del texto…

Tiene bella estampa, ay…
Tiene bella estampa, tiene bella estampa…
Brioso pico estirador,

Como son los gallos y pollos de Cereté.
Y yo lo puse el Cordobés…

¡Nabo Cogollo bien lo sabe! Que cuando pica un pata suave Sangre en la valla ven correr.






3  MACCAUSLAND, Ernesto. Nabo Cogollo. Aquí está el Señor Nabo Cogollo…el que le regalo "El
Cordobés" a Adolfo Pacheco. Subido el 15/07/2007.


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Algunos asistentes grabaron esta lucida interpretación, la cual fue editada posteriormente en estudio de sonido y que se consigue en youtube actualmente. Es por ello que los seguidores del Cacique de la Junta han llegado a creer que el Cordobés era creación de Diomedes, lo cual es ciertamente un error.

El cordobés ha llegado a ser considerada una especie de himno popular en Cereté y fue una de las canciones triunfales con que fuera recibido el boxeador cereteano César Canchila, luego de obtener el fajín de campeón mundial minimosca en 2008, como quiera que este afamado pugilista afirma que al escucharla recibe una especie de descarga eléctrica, que quizás le venga de Dios mismo, porque el deportista es cristiano. Miremos un aparte de la crónica periodística…

…a César Canchila le cayó la primera de dos descargas eléctricas sobre su cuerpo cuando oyó en los altoparlantes la voz de su ídolo Diomedes Díaz con parte de la segunda estrofa del paseo vallenato 'El Cordobés':


Tiene bella estampa, brioso pico estirador /

Como son los gallos y pollos de Cereté.


El boxeador de Cereté, la población cordobesa cercana a Montería, se identifica con esa canción. "Me despeluqué al escucharla", afirmaría dos días después a Alberto Agámez, integrante de su esquina la noche del 26 de julio pasado en Las Vegas (E.U.)4.

De esta forma se han compilado y consultado las diversas fuentes informativas en torno al ya legendario paseo vallenato El cordobés (1963), cuyo inspirador, Nabo Cogollo Guzmán, en el cielo y quizás en tremenda parranda vallenata con los ángeles, no se cansará de cantarlo una y otra vez, al tiempo que los cereteanos reafirmamos nuestro sentir identitario en torno de esos sencillos pero emotivos versos, que erizan la piel de solo escucharlos, porque nos hacen sentir más sinuanos y cordobeses que nunca.

Madrid (Cundinamarca), febrero 5 de 2014 nacoayala@gmail.com

4 http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-4424517. Publicación eltiempo.com. Sección Deportes. Fecha de publicación: 2 de agosto de 2008

Nabo Cogollo Guzmán (q.e.p.d.) adiestrando a la soga la potranca LA PIELROJA, en el patio de la FINCA LA FLORIDA, 1984, aprox. 

 
HOMENAJE A NABO COGOLLO GUZMÁN

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Padre mío si te marchaste a las regiones del ensueño 
Nos dejaste ese legado de tu ser dicharachero… 
De una vida dedicada a los caballos, por entero,
De un ardiente trasegar entre parranda y poco sueño.

Héroe ardiente de la anécdota picante que el empeño 
De un trabajo consagrado te fijara en el sendero 
De la límpida existencia, que labraste tesonero,
En procura de un mañana de tus hijos, halagüeño.

Hoy un ángel parrandero y cuentacuentos en el cielo 
A San Pedro lo distrae, canturreando el vivo anhelo 
De la tierra cordobesa que tú amaras con locura.

Con vibrantes guacharacas y sonoros acordeones 
Desperezas las alturas, alegrando corazones, 
Con un grito de alegría que renace en tu alma pura.

Madrid (Cundinamarca), noviembre 10 de 2013