MANIFIESTO DE TOTACHAGUA (declaración de principios)

 


MANIFIESTO DE TOTACHAGUA

Declaración de principios y líneas de acción en el marco del cuadra centésimo quincuagésimo octavo aniversario de nacimiento de Serrezuela a la vida jurídica[1]

 Los abajo firmantes: artistas, gestores culturales, líderes comunales, animalistas, comunidad LGTBI, veedores ciudadanos, actores, historiadores, estudiantes, poetas, filósofos, escritores, artesanos, bailarines, cantantes y músicos, administradores oficiales, pintores, escultores, abogados, militares, administradores de empresas, psicólogos, periodistas, humanistas, arquitectos, licenciados, religiosos, artistas autoformados y de escuela. Y en suma todos los amantes y cultores de las artes, las ciencias, la cultura y el territorio, en este bello e inigualable municipio. Declaramos ante Madrid, Cundinamarca, Colombia y el resto del mundo, que los valores, significados y alcances de la propuesta TOTACHAGUA, la cual nos convoca y cohesiona y por la cual estamos dispuestos a luchar, producir, crear y re-crear, hasta el último minuto de nuestra existencia, con todos los medios a nuestro alcance, son los siguientes:

-1. TO: apócope de la palabra muisca TOKE que significa agua, torrente, río o caudal de agua. El agua es fuente de la energía vital, por ende, de la vida y todo cuanto ella implica. Es el oro azul.

1.1. Defendemos integralmente el río Subachoque, al que los muiscas primigenios del territorio denominaban Cha chá de manera alternativa, lo cual significa: “El varón de los varones”. El espíritu ancestral de preservación de los acuíferos jamás morirá y su carácter sagrado se mantendrá indemne.

1.2. El río Subachoque debe ser recuperado como principal arteria hídrica del territorio de Madrid, con criterios de eco sostenibilidad y preservación de su hábitat y microclima, de manera integral y sostenida.  Coadyuvaremos a que dicho propósito sea una realidad de la cual gocen nuestros descendientes.

1.3. Fomentamos la limpieza y asistencia constante del río, los procesos de mantenimiento, defensa y protección de su caudal acuífero, lo mismo que de su microcuenca hidrogeográfica, en todo el territorio allende los linderos municipales de Madrid.

1.4. Defendemos así mismo los cuerpos acuíferos del término territorial madrileño, porque en sus sagradas aguas los padres de la nación muexca[2] rindieron culto a los dioses de los astros y al cosmos, en suma. Nosotros somos sus orgullosos descendientes, en tanto productos triétnicos que somos de la raza cósmica, como lo expresara el libertador Simón Bolívar en su célebre Carta de Jamaica.  

1.5. Defendemos la fauna y flora autóctonas de Madrid y la sabana de Bogotá, nos manifestamos abiertamente contrarios a la depredación del territorio sabanero y a la invasión del mismo con especies foráneas que contribuyan a introducir desequilibrios tróficos y ambientales en el hábitat de la sabana.

-2. TA: labranza, campo de cultivo, sembrado.  El territorio ancestral de Madrid ha sido, desde tiempos precolombinos, campo de cultivo, labranza y horticultura. El verde esmeralda puro e incontaminado de sus sementeras es y será perenne.

2.1. Propugnamos por la defensa de las prácticas agrícolas sanas y orgánicas en nuestro territorio. Nos manifestamos abiertamente en contra del uso de agentes químicos nefastos para el suelo, sensibles depredadores de nuestra fauna y flora, e introductores del desequilibrio en el medio ambiente.

2.2. Rechazamos igualmente el empleo de semillas transgénicas en los campos madrileños y de la sabana de Bogotá en general; ajenas por completo a la tradición labriega y de producción agraria sana en nuestras comunidades ancestrales y campesinas del territorio.

2.3. Defendemos y apoyamos la producción limpia y orgánica de nuestros campesinos y labriegos, cuyas prácticas productivas apoyaremos en todo momento; frente a su eventual abandono estatal. Y frente a los compromisos adquiridos internacionalmente, mediante la suscripción de los tratados de libre comercio, que tanto daño le han hecho al agro colombiano.

2.4. Defendemos y apoyamos el uso pasivo de la tierra y nos manifestamos abiertamente en contra del uso agrícola extensivo, que agota los suelos, generando a la larga procesos de erosión y desertificación galopante. La tierra debe descansar y reponerse luego de ser sometida a procesos de producción agrícola; y sus nutrientes y sales minerales se deben reponer de manera natural, no químicamente inducida; porque los alimentos así producidos son nefastos para la salud humana.

2.5. Defendemos y apoyamos la nutrición sana, equilibrada y orgánica; que coadyuva a la preservación de la salud humana, lo mismo que al potenciamiento de los sentidos corporales. Nos manifestamos en esta línea, en pro, de los alimentos organolépticos, que tradicionalmente han abastecido las despensas de las cocinas madrileñas y de toda la sabana de Bogotá, desde tiempos ancestrales.

-3. CHA: hombre, varón. Por extensión, ser humano. El hombre integral es un pequeño universo en el universo macro que es la realidad externa. Microcosmos en el macrocosmos y viceversa; como ya muy bien lo sabían y enseñaban los abuelos muiscas en su amplia y profunda sabiduría telúrica.

3.1. Entendemos y en esa misma medida defendemos al ser humano como el equilibrio armónico integral entre el hombre y la mujer, en sus diversas manifestaciones. Defendemos los derechos tanto de la mujer (Fucha en lengua muisca) como del hombre (Cha=varón), en el goce de la autodeterminación tanto individual como colectiva, en el todo social (Muexca en lengua muisca). Nos manifestamos abiertamente en contra de los extremos viciosos en materia de género, como son el machismo y/o el feminismo y sus eventuales variaciones.

3.2. El ser humano es un todo integral, donde nadie propende por ser más que nadie. Defendemos, en consecuencia, el equilibrio humano y el carácter incluyente en un concepto de sociedad amplio, tolerante, abierto y pluralista; donde las únicas limitaciones serán el respeto a los derechos y al ámbito y radio de libertad del otro; lo mismo que los derechos de la comunidad y el medio ambiente.

3.3. Defendemos el derecho a la vida en todas sus manifestaciones, por lo cual nos declaramos biófilos. Nos proclamamos, en esa misma línea, defensores de los derechos de la familia y de las tradiciones, manifestaciones culturales locales, más allá de paradigmas patriarcales o matriarcales de preeminencia y/o dominación; que consideramos deben ser paulatinamente superados en la concepción de un ser humano integral, tolerante, justo e incluyente.

3.4.  Defendemos los derechos ciudadanos a la libre expresión, pensamiento y manifestación, conforme lo expresaron las tradiciones más liberales del planeta tierra en su momento histórico. Nos declaramos respetuosos del disenso y de otras concepciones de hombre, patria, historia, cultura y territorio; siempre y cuando se respeten los derechos medioambientales, individuales y colectivos. Creemos en la construcción permanente del tejido social, no en su destrucción.

3.5. Defendemos la idea de la sinergia y el equilibrio armónico fundamental: cuerpo, alma, espíritu, tierra y universo. En el marco del respeto innegable hacia la propia persona, hacia el todo social, hacia el territorio, la fauna, la flora y el todo cósmico, en suma. El ser humano es un todo armónico situado en el aquí y el ahora del universo, con el cual se complementa, al cual respeta en todo momento y al cual nunca destruye. Defendemos, en consecuencia, el planteamiento del regreso a la contemplación de la tierra y todo lo que ella implica, guarda y atesora. Así mismo actuamos, afines con la filosofía intrínseca de TOTACHAGUA: Camino de la voluntad del hombre.

-4. AGUA: grano de maíz. El maíz es una planta gramínea de origen americano, considerado el sexto grano panificable del mundo después del trigo, avena, cebada, centeno y mijo. La sabiduría ancestral muisca convirtió al maíz en base de su alimentación, junto con tubérculos, proteínas animales y vegetales. 

4.1. Defendemos y propugnamos por el rescate y recuperación de las cocinas tradicionales madrileñas, tan venidas a menos en las últimas décadas por cuenta de las influencias culturales foráneas de que venimos siendo objeto. La gastronomía maicera madrileña y sabanera jamás morirá.

4.2. Defendemos y propugnamos por el rescate de la chicha, los tamales, las arepas, la mazamorra, el masato de maíz, las empanadas, la sopa de maíz, la colada y los envueltos en todas sus variedades. En suma, nos manifestamos abiertamente por la recuperación, defensa y rescate de la gastronomía tradicional madrileña. Principalmente por aquella a base de maíz orgánico, el grano dorado de los dioses muiscas, como parte de nuestra identidad.

4.3. Defendemos y propugnamos por la defensa y rescate de las manifestaciones culturales diversas del territorio, principalmente por aquellas en torno a: Aba (Maíz, mazorca de maíz, en lengua muisca), Agua (Grano de maíz), Chosqua (Masa de maíz), Gachasuca (Ablandar la masa de maíz)[3]. Y demás manifestaciones culturales telúricas, que expresen el ETHOS de la idiosincrasia madrileña y sabanera por extensión.

4.4.   Defendemos y propugnamos por los derechos laborales de los campesinos de los cultivos madrileños, tanto hombres como mujeres. Por la justicia en la distribución de la riqueza generada por la tierra y los cultivos y por la igualdad en el acceso a las oportunidades de promoción de la persona.

4.5.  Nos declaramos hijos del maíz, por tanto, sus herederos y naturales defensores. Planta de la tierra y para la tierra. Defendemos el agro local en todas sus manifestaciones, con criterios eco sostenibles y orgánicos; lo mismo que de igualdad y justicia social para todos.

Dado en Madrid – Cundinamarca, República de Colombia, el día 30 de octubre de 2017.





[1] SERREZUELA no fue fundado, fue producto de la agregaduría de indígenas a una encomienda, por parte de la Corona Española, a favor del entonces oidor don Alonso Díaz. Esto habría ocurrido el 20 de noviembre de 1559. Cfr. ENCOMIENDAS, tomo IX, págs. 310-312. Archivo Nacional de Colombia (ANC). En 2017 se cumplen 448 años de este hecho trascendental para el municipio.

[2] MUEXCA= Ser humano, nación o gente, en lengua muisca. Los conquistadores españoles deformaron este vocablo en su forma más expandida: muisca.

[3] Cfr. POSADA, Francisco, ROSSO, José y SANTIS, Sergio de. Ensayos marxistas sobre la sociedad Chibcha. Eds. Los Comuneros. Bogotá (Colombia), 1977. Págs. 15 y 16


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