LA PAZ ES UN ESTADO MENTAL Y SOCIAL SUSCEPTIBLE DE SER ALCANZADO (Ensayo)

 


LA PAZ ES UN ESTADO MENTAL Y SOCIAL SUSCEPTIBLE DE SER ALCANZADO

(Ensayo)

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Legión invicta del trabajo

Todos de pie ya brilla el sol.

La paz cobija con sus alas

Desde el sur hasta el septentrión.

 

(anónimo) 

La paz es un estado mental de apacibilidad y deleite en que el ser humano experimenta gozo y tranquilidad en una especie de contemplación extática que le permite sentirse a gusto consigo mismo y con los demás en un todo armónico altamente deseable. De la paz se ha dicho que es además el valor ético social y del individuo que ha permitido históricamente la preservación de la especie desde los albores mismos de la humanidad, a falta de cuyos entendimientos el Homo Sapiens Sapiens quizás hubiera desaparecido destruido por sí mismo.

Ahora bien, las manifestaciones de la paz son diversas y van desde un simple saludo y apretón de manos o un abrazo fraternal hasta la suscripción del proverbial Tratado de Paz de aquel histórico 21 de noviembre de 1902 que puso fin a la Guerra de los Mil Días en Colombia, firmado a bordo del acorazado estadounidense USS Wisconsin entre varios militares liberales en representación del general Benjamín Herrera, y el general Alfredo Vásquez Cobo por el Partido Conservador, en la bahía de Ciudad de Panamá. Llegaban a su fin de esa forma las hostilidades entre los dos principales partidos políticos en Colombia dejando tras de sí un país devastado por más de tres años de guerra que habría de ser reconstruido, con el tristísimo epílogo de la independencia de Panamá el 3 de noviembre de 1903 apoyada por tropas y barcos de guerra de los Estados Unidos de América (Plazas Vega, 1989). Independencia esta posteriormente reconocida por Colombia mediante el tratado Urrutia - Thompson en 1921 durante el gobierno de Marco Fidel Suárez (Colombia reconoció a Panamá 20 años después de su separación, 2023).

El valor ético social y del individuo que es la paz para el caso de nuestro pais, Colombia, ciertamente que ha sido difícil de alcanzar y consolidar; pero ello no debe desanimarnos porque el perfil de nuestra identidad nacional reúne grandes valores universalmente reconocidos como el amor a la lengua española, a las artes y las ciencias, el talento para la inventiva y la literatura, la belleza de nuestras mujeres, la alta calidad de nuestras esmeraldas, la competitividad de nuestros deportistas, la elevada cifra de nuestros científicos y sus aportes al saber universal, entre otros. Somos además poseedores de uno de los territorios más ricos y geoestratégicos del continente americano, con la envidiable característica de ser bioceánico y poseer un segmento de la órbita geoestacionaria, adornado con una fauna y flora únicas.  Las riquezas humanas, espirituales, intelectuales y materiales de los colombianos son ciertamente enormes, solamente falta que los bandos beligerantes, defensores cada uno de su postura ideológica, pongan voluntad real y efectiva de su parte para deponer las armas, ceder en pro del entendimiento y lograr la consolidación de un estado de paz duradera que catapulte finalmente a Colombia hacia las estrellas como nación próspera, civilizada y socialmente cohesionada en el concierto de las naciones del mundo.  

¿Qué puede hacer cada ciudadano desde su cotidianidad para el logro definitivo de la paz en Colombia? Desde nuestro día a día cada colombiano y colombiana pueden aportar a la construcción de un país en paz o al menos en camino de alcanzarla, asumiendo el siguiente:

DECÁLOGO DEONTOLÓGICO DE LA PAZ

-1. Evidenciaremos en nuestro quehacer un espíritu cívico y altruista que nos lleve a cumplir con nuestro deber, cada uno desde su respectivo rol social.

-2. El dirigente cumplirá con su plan de gobierno, el estudiante cumplirá diariamente con sus deberes escolares.

-3. El docente impartirá su cátedra con un alto nivel de rendimiento, entrega y calidad para formar a las generaciones del futuro.

-4. El soldado cumplirá con sus funciones de defensa militar del territorio patrio cuya custodia le ha sido confiada, en pro de mantener y asegurar el imperio de la ley y la democracia.

-5. El agente de policía defenderá a la sociedad en el cumplimiento de su deber, invocando para ello a Dios y Patria en el marco de los principios ético-policiales irrenunciables.

-6. El campesino abrirá con su azadón los surcos de la tierra para surtir con su producción alimenticia la mesa de los colombianos, con ganancia y justicia para todos, e igualmente para llevar lo mejor de nuestros excedentes agrícolas al extranjero para el posicionamiento de nuestros productos en las grandes vitrinas del mundo.

-7. Tanto el decisor como el ejecutor del gasto público defenderán a capa y espada los impuestos de los colombianos, con espíritu patriótico y de transparencia, para minimizar al máximo la corrupción y el desvío de recursos que tanto daño le han hecho al país.

-8. Desde los púlpitos y cada iglesia en general los ministros de las distintas confesiones religiosas realizarán su prédica pastoral con base en el respeto y el reconocimiento de la diferencia del prójimo; en aras del fortalecimiento de la sociedad y del Estado, no de su división ni disgregación.

-9. Los periodistas informarán lo que tengan que informar a sus lectores desde los medios de comunicación con arreglo a la verdad y con criterio objetivo, en el marco de la prudencia, la ética periodística y la verificación constante de las fuentes.

-10. Si cada ciudadano cumple con sus deberes tanto sociales como individuales, se allanará de mejor manera el camino hacia el logro constante y duradero de la paz por cuanto las posturas individualistas y egocéntricas se verán superadas por la ética inclusiva del nosotros que fortalece el tejido social.

 

Bibliografía

Colombia reconoció a Panamá 20 años después de su separación. (2023). LA ESTRELLA DE PANAMÁ, pág. 1. Recuperado el 26 de noviembre de 2024, de https://publicandohistoria.com/articulos/3074-2/colombia-reconoce-a-panama-20-anos-despues/

Plazas Vega, A. (1989). Presidentes de Colombia (Vol. 1). (P. Editorial, Ed.) Bogotá, Distrito Capital, Colombia: Panamericana Editorial. Recuperado el 26 de noviembre de 2024

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