LA PAZ ES UN ESTADO MENTAL Y SOCIAL SUSCEPTIBLE DE SER ALCANZADO (Ensayo)
LA PAZ ES UN ESTADO MENTAL Y SOCIAL SUSCEPTIBLE DE SER ALCANZADO
(Ensayo)
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
Legión invicta del
trabajo
Todos de pie ya
brilla el sol.
La paz cobija con
sus alas
Desde el sur hasta
el septentrión.
(anónimo)
La paz es un estado mental de apacibilidad y deleite en
que el ser humano experimenta gozo y tranquilidad en una especie de
contemplación extática que le permite sentirse a gusto consigo mismo y con los
demás en un todo armónico altamente deseable. De la paz se ha dicho que es
además el valor ético social y del individuo que ha permitido históricamente la
preservación de la especie desde los albores mismos de la humanidad, a falta de
cuyos entendimientos el Homo Sapiens Sapiens quizás hubiera desaparecido
destruido por sí mismo.
Ahora bien, las manifestaciones de la paz son diversas y
van desde un simple saludo y apretón de manos o un abrazo fraternal hasta la suscripción
del proverbial Tratado de Paz de aquel histórico 21 de noviembre de 1902 que
puso fin a la Guerra de los Mil Días en Colombia, firmado a bordo del acorazado
estadounidense USS Wisconsin entre varios militares liberales en
representación del general Benjamín Herrera, y el general Alfredo Vásquez Cobo
por el Partido Conservador, en la bahía de Ciudad de Panamá. Llegaban a su fin de
esa forma las hostilidades entre los dos principales partidos políticos en Colombia
dejando tras de sí un país devastado por más de tres años de guerra que habría
de ser reconstruido, con el tristísimo epílogo de la independencia de Panamá el
3 de noviembre de 1903 apoyada por tropas y barcos de guerra de los Estados
Unidos de América
El valor ético social y del individuo que es la paz para
el caso de nuestro pais, Colombia, ciertamente que ha sido difícil de alcanzar
y consolidar; pero ello no debe desanimarnos porque el perfil de nuestra
identidad nacional reúne grandes valores universalmente reconocidos como el
amor a la lengua española, a las artes y las ciencias, el talento para la
inventiva y la literatura, la belleza de nuestras mujeres, la alta calidad de nuestras
esmeraldas, la competitividad de nuestros deportistas, la elevada cifra de
nuestros científicos y sus aportes al saber universal, entre otros. Somos
además poseedores de uno de los territorios más ricos y geoestratégicos del
continente americano, con la envidiable característica de ser bioceánico y
poseer un segmento de la órbita geoestacionaria, adornado con una fauna y flora
únicas. Las riquezas humanas,
espirituales, intelectuales y materiales de los colombianos son ciertamente
enormes, solamente falta que los bandos beligerantes, defensores cada uno de su
postura ideológica, pongan voluntad real y efectiva de su parte para deponer
las armas, ceder en pro del entendimiento y lograr la consolidación de un
estado de paz duradera que catapulte finalmente a Colombia hacia las estrellas
como nación próspera, civilizada y socialmente cohesionada en el concierto de
las naciones del mundo.
¿Qué puede hacer cada ciudadano
desde su cotidianidad para el logro definitivo de la paz en Colombia? Desde nuestro día a día cada colombiano y colombiana pueden
aportar a la construcción de un país en paz o al menos en camino de alcanzarla,
asumiendo el siguiente:
DECÁLOGO DEONTOLÓGICO
DE LA PAZ
-1. Evidenciaremos en nuestro quehacer un espíritu cívico
y altruista que nos lleve a cumplir con nuestro deber, cada uno desde su
respectivo rol social.
-2. El dirigente cumplirá con su plan de gobierno, el
estudiante cumplirá diariamente con sus deberes escolares.
-3. El docente impartirá su cátedra con un alto nivel de rendimiento,
entrega y calidad para formar a las generaciones del futuro.
-4. El soldado cumplirá con sus funciones de defensa militar
del territorio patrio cuya custodia le ha sido confiada, en pro de mantener y
asegurar el imperio de la ley y la democracia.
-5. El agente de policía defenderá a la sociedad en el
cumplimiento de su deber, invocando para ello a Dios y Patria en el
marco de los principios ético-policiales irrenunciables.
-6. El campesino abrirá con su azadón los surcos de la
tierra para surtir con su producción alimenticia la mesa de los colombianos,
con ganancia y justicia para todos, e igualmente para llevar lo mejor de nuestros
excedentes agrícolas al extranjero para el posicionamiento de nuestros
productos en las grandes vitrinas del mundo.
-7. Tanto el decisor como el ejecutor del gasto público defenderán
a capa y espada los impuestos de los colombianos, con espíritu patriótico y de
transparencia, para minimizar al máximo la corrupción y el desvío de recursos que
tanto daño le han hecho al país.
-8. Desde los púlpitos y cada iglesia en general los
ministros de las distintas confesiones religiosas realizarán su prédica pastoral
con base en el respeto y el reconocimiento de la diferencia del prójimo; en
aras del fortalecimiento de la sociedad y del Estado, no de su división ni
disgregación.
-9. Los periodistas informarán lo que tengan que informar
a sus lectores desde los medios de comunicación con arreglo a la verdad y con
criterio objetivo, en el marco de la prudencia, la ética periodística y la
verificación constante de las fuentes.
-10. Si cada ciudadano cumple con sus deberes tanto
sociales como individuales, se allanará de mejor manera el camino hacia el
logro constante y duradero de la paz por cuanto las posturas individualistas y
egocéntricas se verán superadas por la ética inclusiva del nosotros que
fortalece el tejido social.
Bibliografía
Colombia reconoció a Panamá 20 años después de su
separación. (2023). LA ESTRELLA DE PANAMÁ, pág. 1. Recuperado el 26 de
noviembre de 2024, de
https://publicandohistoria.com/articulos/3074-2/colombia-reconoce-a-panama-20-anos-despues/
Plazas Vega, A. (1989).
Presidentes de Colombia (Vol. 1). (P. Editorial, Ed.) Bogotá, Distrito
Capital, Colombia: Panamericana Editorial. Recuperado el 26 de noviembre de
2024

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