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Escritor, investigador y humanista colombiano, con estudios en filosofía. Fomentador de los cánones clásicos de la poesía española e hispanoamericana, en un sano marco de patriotismo colombiano y latinoamericano.

viernes, 6 de julio de 2018

LA ÑATA DEL VENTORRO (Poema criollo)


LA LEGENDARIA BONGA DEL BARRIO WILCHES DE CERETÉ - CÓRDOBA

LA ÑATA DEL VENTORRO
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Allá por la finca vieja
Donde crecí de pequeño
Ahora quiero contarles
Historias que yo recuerdo.

Cerca de la finca había
En el camino más viejo…
El ventorro de Juanita
La que vendía caramelos.[1]

-¿Y eso dónde quedaba?
-En el Cereté más bello…
Más no por su casco urbano
Sino en Los Cañitos, viejo.

De tarde en tarde yo iba
A comprar el confitero…
Y Juana Sánchez vendía
Amable y con mucho esmero.

La tienda que era bien grande
Tenía un techo de alero
Y una reja de madera
Y bancas de gris concreto.

-¡Me venden arrancamuelas!
-¡Ya voy que volar no puedo!
Gritaban de adentro fuerte
Con voces de desespero.

-¡Despachen que quiero avena!
¡Despachen que gas yo llevo![2]
Despachen, despachen, Juana
Que todo lo compro nuevo.

 A veces vende en la tienda
José Gregorio el chicuelo,
El hijo menor de Juana
Con quien a veces yo juego.

Mas otras vende la Ñata,
Rosa Isabel la recuerdo,
Es hija mayor de Juana
Y es ñata de nacimiento.[3]

Una noche con Ramona
La cocinera del pueblo
De Severá, que es vecino
De Los Cañitos al medio.

Fuimos a beber gaseosa
Allá al ventorrillo viejo…
Ramona que es burletera
A todo saca gracejo.

Y dice la cocinera…
-Un pintauñas yo quiero:
¿Cuánto vale el pintauñas?
Que aquí yo traje dinero.

La Ñata con muchas ganas
Responde sacando pecho:
-¡Edso a ti ted cuedta sdteinta!
¡Sdteinta ted vale edso!

Ramona suelta la risa
Se carcajea por derecho…
Rosita la mira raro
Y le repite aquel precio.

-¡Es ciedto, no ted me budles!
Qued vadle sdteinta, pod ciedto.
-Sí, sí, ya tú me dijiste,
Tranquila que yo te entiendo.

Y sigue su burla recia
El rostro de Rosa es serio.
¡Ramona, mi Ramonita
Que a todo saca gracejo!

Al fin compró pintauñas
Y vino de allá sonriendo,
Y burla que burla sigue
Toda la semana riendo.

La tienda que fue ventorro
La de Juanita recuerdo…
¡Hoy ni siquiera ya existe
La casa del viejo alero!

El tiempo todo lo traga
Los años pasaron luengos…
Y mi niñez en la estancia
Recuerdo, que ya soy viejo.

La Ñata… ¿qué fue de ella?
No sé pero hoy la recuerdo…
Vendía con su risa fresca
Pirulos y caramelos.

El Cereté de mis días
De niño, yo lo recuerdo
Pervive como una aureola
Dorada entre mis ensueños.

¡Que Dios te bendiga tierra!
¡La casa de mis ancestros!
Que yo mientras tanto canto
En versos mis sentimientos.

Madrid (Cundinamarca)
Agosto 17 de 2015

RAMONA DEL CARMEN PORTILLO JIMÉNEZ
Mujer trabajadora, prototipo de las mujeres cordobesas y sinuanas en general. Oriunda de la vereda
de Severá, municipio de Cereté - Córdoba. Locación de la fotografía: Medellín (Antioquia), junio de 2018.

EL CAÑO BUGRE EN EL VERANO - CERETÉ (CÓRDOBA)



[1] El ventorro o tienda LUCE LUNA, era de propiedad de José Manuel Ortega (q.e.p.d.); lo administraba su señora, Juana Sánchez (q.e.p.d.). Se los menciona con todo el aprecio y cariño en este poema.
[2] GAS= Nombre que, en el departamento de Córdoba, áreas rurales, se le daba al querosene; derivado del petróleo menos inflamable que la gasolina, que se solía usar como combustible de los machones para alumbrarse, por lo general.
[3] ROSA ISABEL ORTEGA SÁNCHEZ, (q.e.p.d.) Se la menciona en este poema con mucho aprecio y cariño.

domingo, 1 de julio de 2018

HOMENAJE A RAMONA PORTILLO (Soneto)


De izquierda a derecha: RAMONA PORTILLO JIMÉNEZ junto a su hija, ANGÉLICA POLO PORTILLO
Locación de la fotografía: Medellín - Antioquia, junio de 2018 
HOMENAJE A RAMONA PORTILLO[1]
(Soneto)

Con aprecio e infinito cariño a
Ramona del Carmen Portillo Jiménez,
De Severá, Cereté (Córdoba).

Señora de los días de mi infancia
Y cómplice de eternas fechorías…
Recuerdo esos sancochos que tú hacías
¡No hay nada que supere su sustancia!

Llenabas con tu canto aquella estancia
Tus risas eran mar de algarabías.
Risueña como siempre… Tú decías
¡La risa es la ilusión de la abundancia!

Pasaron tantos años. Nos perdimos
No obstante los recuerdos que vivimos
Renacen como un sol de primavera.

¡Ramona, Ramonita!  Canta el alma
Al darte mi homenaje en santa calma
¡Y alzarte de palabras mi bandera!  

Nabonazar Cogollo Ayala
Junio 11 de 2012
El Yopal (Casanare).




[1] Ramona del Carmen Portillo Jiménez, inolvidable mujer trabajadora y echada pa´adelante, prototipo de la mujer cereteana y cordobesa en general. Oriunda de le vereda cereteana de Severá, en el Departamento de Córdoba. Trabajó en nuestra casa, la finca La Florida durante dos años y medio, de 1980 a 1982. Dejó una gratísima estela de anécdotas; mujer dicharachera y cantadora que llenaba aquella estancia de la finca de mis padres con sus cantos melódicos y sus risas espontáneas. Eterna inspiradora de crónicas, poemas y odas; aquí un soneto a ella.