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Escritor, investigador y humanista colombiano, con estudios en filosofía. Fomentador de los cánones clásicos de la poesía española e hispanoamericana, en un sano marco de patriotismo colombiano y latinoamericano.

viernes, 29 de enero de 2016

BENDICIÓN A TODAS LAS MADRES DEL UNIVERSO


BENDICIÓN A TODAS LAS MADRES DEL UNIVERSO
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Bendice Dios todopoderoso
A todas y cada una de las madres del universo
A la madre del indigente
A la madre del policía, del soldado y del miliciano
A la madre del educador, del pastor y del ministro
A la madre del dirigente tanto del justo como del injusto
A la madre del que hace el bien en esta amada tierra
A la madre de aquel de quien dicen, que  hubiera sido mejor no haber nacido
A la madre del hermoso, a la madre del feo
A la madre del malvado y del desalmado
A la madre del mal hablado y a la de aquel que habla como los ángeles
A la madre del poeta inspirado en las alturas
A la madre del que ama, a la madre del que sufre
A la madre del enfermo y del deforme
A la madre del sano, a la madre del deportista
Y la de todos aquellos que aportan al tejido social
Y aun a las de los que tienden a destruirlo

Bendice Dios todopoderoso
A todas y cada una de las madres del universo
Porque en su función de ser fuentes dadoras de vida
No entrevieron el porvenir, quizás porque les está vedado entreverlo
Porque son madres
Y por amar, aun cuando no sean amadas ni reconocidas
Son la imagen misma de Dios
Al dar la vida nutricia
Como  la hoguera crepitante
De la cual se derivan
Las candelitas de nuevas y luminiscentes existencias

Bendícelas Dios todopoderoso
Hoy y siempre

Amén

Madrid (Cundinamarca)
Mayo 11 de 2014

miércoles, 13 de enero de 2016

LOS EFECTOS PSICOLÓGICOS DE LA EXCLUSIÓN

LOS EFECTOS PSICOLÓGICOS DE LA EXCLUSIÓN 
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Una forma de atentar directamente contra el ego de una persona es hacerle manifiesto nuestro deseo de que ella no forma parte de nuestro grupo social inmediato. No obstante, en la sociedad la exclusión se encuentra formalmente institucionalizada, al menos en algunos casos. Cuando un estudiante egresado de grado undécimo aspira a una universidad colombiana y luego de seguir todo el protocolo de admisión, es notificado que su aspiración ha sido denegada porque su desempeño en el examen de admisión fue bajo, estaríamos ante una forma de exclusión regulada y reglamentada, no arbitraria. Se entiende en este caso que la inclusión solo le estaría permitida a cierto tipo de personas, dada la evaluación previa de ciertas competencias de índole cognitiva, en un marco reglamentario previo, conocido y avalado por todos. 

La exclusión que más hiere y lesiona nuestra autoestima es aquella que depende directamente de la voluntad de alguien a quien conocemos de cerca y que por lo tanto, consideramos próximo o allegado. Nos hiere mucho y nos lesiona que nuestro mejor amigo no nos invite a su fiesta de graduación, cuando todo había parecido indicar que así lo haría.  Nos hiere mucho y nos lesiona que una persona a quien estimamos como un hermano nos haya asegurado que nos iba a llamar para formar parte de un grupo de trabajo altamente remunerado. Y posteriormente evidenciamos que fuimos excluidos y que se contó con el concurso de otras personas.  La exclusión varía de tono e intensidad en su efecto psicológico en nosotros, según la forma como se nos comunique la negativa. Miremos algunos ejemplos:

1.    ¡Tú no vas a ir con nosotros al paseo! (En un tono tajante, que puede sonarnos ofensivo).
2.   ¡Cuánto lo lamento! No resultaste elegido. Otra vez será… (En un tono afectuoso y considerado).
3.   ¡Qué vas a ir con nosotros! Nooo, ni de riesgos. ¡Pailas! (En un tono categórico que suena por ello humillante).
4.   ¡Perdiste! Tuqui tuqui lulú. (Haciendo un gesto de golpecitos contra el cuello) (En un marcado tono irónico que hace sentir muy mal al otro).
5.   Esta vez no pudo ser, pero de pronto en el futuro. ¡No hay que perder las esperanzas! (En un tono comprensivo y conciliador).
6.   Lo lamento, decidimos entre todos que a ti no se te iba a hacer ese favor. (En un tono desapasionado que busca ser objetivo y lo logra).
7.   ¿Qué tú qué? ¡No sueñe mijo! ¿Qué le pasa? ¡Usted no! (En un tono que más que irónico ya es irrespetuoso).
8.   Usted lo que es, es una “trepadora”… ¿Cómo se le ocurre? ¡No sea “igualada”! (En un tono desafiante que invita al conflicto).
9.   A partir de hoy no se le permitirá el ingreso a esta sala. (En un tono neutral y categórico, como para no dejar dudas de la orden impartida).
10.               Usted no nos acompaña a partir de hoy, porque no está preparado para hacerlo. (En un tono técnico o profesional que busca ser más racional que emocional).
11. Etc.

¿Por qué nos hiere y nos lesiona tanto la forma como se nos comunique una negativa? Porque el NO es difícil de ser aceptado por el común de los seres humanos. Y la exclusión es la materialización, en el ámbito social, del no. Es por ello que debemos tener mucho tacto y dotes diplomáticas cuando la vida nos lleve a decirle NO a alguien. ¿Por qué? Porque podemos herir sus sentimientos. Si aparte de la negativa (que ya es dura de sobrellevar) la otra persona se lleva el mensaje -que facialmente le hemos transmitido, por ejemplo-, de nuestro regocijo por dicha negativa, tendremos una persona resentida contra nosotros y con claros deseos de venganza. Para evitar todo eso, es mejor escoger muy bien las palabras con que hemos de transmitir la negativa, mirar a la persona fijamente a los ojos para transmitirle seguridad y darle el mensaje en un tono afable y conciliador. Evitar las expresiones emocionalmente cargadas porque lesionan y hacen daño. La autoestima de la otra persona podría salir lastimada o resentida y ello lo debemos evitar a toda costa.


El Yopal (Casanare), 2012

martes, 12 de enero de 2016

APROXIMACIÓN AL ESCURRIDIZO CONCEPTO DE VERDAD


APROXIMACIÓN AL ESCURRIDIZO CONCEPTO DE VERDAD
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Si la verdad es que no existe una definición exacta de verdad, esta sería, entonces, en principio y dada su propia naturaleza, una definición de verdad. Aquí de hecho ya se presentaría una aporía autorreferencial que sería interesante ver cómo se podría superar, por parte de quienes la enuncian y/o sostienen. Entraña unos agudos problemas dialectico-discursivos, veamos dos de los que presentan más agudas y filosas aristas:

·        Si la verdad en su definición exacta, no existe: ¿cómo es que de hecho estamos enunciando ya una definición exacta de verdad? La negación que se vuelve sobre sí misma para negarse, deviene en afirmación. (Este intento de respuesta es autodestructivo).

·        Si la verdad no existe, ¿cómo es que pensamos en ella y la verbalizamos? Paradoja de lo no existente, que se piensa y dice. (De lo que no existe no cabe pensar, hablar ni enunciar absolutamente nada).

Miremos ahora algunos puntos del álgido y polémico problema de la verdad:

(1)          ¿Qué es lo verdadero?

En principio podría decirse que es aquel sujeto de predicación en el cual reside, de forma permanente o transitoria, el atributo de la verdad.

(2)          Bien, si lo verdadero es lo que posee de algún modo la verdad, huelga preguntarse entonces: ¿qué es la verdad?

Se podría asumir en los siguientes términos, atendiendo los diversos usos que se le ha dado tradicionalmente al vocablo-concepto:

2.1. Es la propia convicción, opinión o punto de vista. (Verdad dóxica)
2.2. Es el sentir o creer de la mayoría. (Verdad del consenso, que no es idéntica a la verdad absoluta, por cuanto esta se dice de la totalidad de los individuos).
2.3. Es el dictamen de una autoridad. (Verdad ad auctoritas).
2.4. Es la descripción objetiva de lo que es o se dice real y/o existente. (Verdad ontodescriptiva).
2.5. Es el dictamen de un proceso personal de revelación por parte de una divinidad o existencia superior. (Verdad revelada).

La verdad es un intrincado proceso mental en el que se involucran: un sujeto que conoce, un objeto cognoscido y un acto de cognoscencia. Ahora bien, ¿en qué consiste dicho proceso? Santo Tomás de Aquino dijo alguna vez que la verdad es la adecuación del pensamiento con la realidad (Definición lógico-predicativa, fuertemente imbuida por la lógica aristotélica, que le sirvió de base). De otra parte Juan Teófilo Fichte dijo que la verdad es la unidad del punto de vista (verdad de índole consensual).  ¿Qué es entonces la verdad? Lo que ha habido hasta ahora son intentos aproximativos a un concepto que tiene tantos perfiles, formas y matices, cuantas áreas del conocimiento existen. Existen verdades individuales (identificables con la doxa u opinión personal);  existen verdades de grupo o de una mayoría o colectividad. Existen las verdades demostradas que nos hallamos en las ciencias tanto formales como inductivas y/o deductivas, como por ejemplo los teoremas axiomáticos. Para cerrar este apasionante capitulo (que no para agotarlo, porque es inagotable), echaré mano de la célebre cita joánica: VERITAS LIBERABIT VOS (La verdad os hará libres).

NABONAZAR COGOLLO AYALA
Enero 17 de 2015

lunes, 11 de enero de 2016

DISPUTA EN LA BIBLIOTECA


DISPUTA EN LA BIBLIOTECA
(Poema)
    
Las gentes se marchaban puesto que ya era tarde
La rica biblioteca muy sola se quedó.
Las lámparas de aceite temprano hacían alarde
De dar diez mil destellos, la noche las venció.

El Conde y la Condesa con ritmo acompasado
Haciendo reverencias salieron del lugar.
Marchóse la señora del Guardia del Condado
También los escolares que hurgaban sin cesar.

El fiel bibliotecario tomó los viejos libros
Y en su carrito lento los redistribuyó…
Aquí puso el grandioso Conde de Montecristo
Y allá puso a Cervantes quien fama cultivó.

Al buen estagirita, el filósofo cantado
Discípulo grandioso del límpido Platón…
Lo halló en catorce libros… ¡magníficos tratados
Que fueran consultados con mágica pasión!

Los puso en el estante bien junto al aquinate
Tomás, el que cambiara del mundo la visión.
Y en el estante opuesto, barroco escaparate
Puso del noble Esopo su libro de ficción.

Puso con gesto lento y andar parsimonioso
A Horacio el generoso, también a Cicerón.
Y hallóse con deleite el libro escandaloso
Con que el febril Bocaccio causara conmoción.

Marcaba en el cuadrante del viejo campanero
Las doce… ¡Era la hora de irse a dormitar!
Feliz pero jadeante y con alma de librero
El viejo tras de sí echó llave a aquel lugar.

No bien se hubo marchado cuando… ¡Prodigio grande!
Los libros de sus sitios se empiezan a mover.
Y caen con gran estrépito del elevado estante
Abriéndose expectantes, diez, veinte y más de cien.

De allá salta el Quijote con su grito de guerra
Y el noble Sancho Panza lo sigue siempre fiel.
El firme Lanzarote, amado de Ginebra
La reina de Inglaterra, renace en su corcel.

En la fila de ilustres y grandes pensadores
Surge con el donaire de su generación.
Rodeado por discípulos y por admiradores
De la Academia grande, el filósofo Platón.

Surgen uno tras otro como una miniatura
Su talla nunca excede el formato al empastar.
Del libro en que se hallan, las hojas con blandura
Abrigan su existencia y la luz de su pensar.

- ¡En guardia!   -Grita fiero a todos Don Quijote-
Yo soy el caballero que viene a rescatar…
A la sin par doncella cristiana que el galeote,
Ladrón de los caminos preténdese llevar.

-         ¡Ah loco entre los locos! -Le  espeta con gran sorna
Aquel Jorge Guillermo de Hegel, alemán-
- ¿Y qué es lo que pretendes? ¿Acaso es que retomas
De tiempos ya lejanos el cándido ideal? 

Los tiempos medievales ha mucho se marcharon
No existen caballeros en la modernidad…
No seas iluso viejo, los autos remplazaron
A la caballería… ¡Curiosa antigüedad!

-¡Jamás!... ¡bufón de corte, recorta tus palabras!
Pues la febril metralla de mi lanza genial…
Hará que te arrepientas de tu verbo canalla
¡En guardia! ¡La batalla principia hasta el final!

¡Calmaos, calmaos Quijote y tú también oh Hegel!
-Dice con voz que busca los ánimos calmar,
El buen señor del Tiempo quien en su carro leve
De nubes y minutos detiénese en su andar.

Los dos tienen jirones de la verdad eterna
Mas nadie se alza en dueño completo de su ser.
En tu momento, Hegel, miraste la conciencia
De lo moderno alzarse del tiempo y renacer.

Y tú Quijote, vuelas con tu mente a los tiempos
Del Amadís de Gaula y Arturo, el rey bretón…
La nube de tu idea trocada en pensamiento
Te lleva al medioevo con firme corazón.

Vivieron dos momentos con sus justas verdades
No existe una –repito-, que abarque el ideal.
De la verdad unida del tiempo en las edades
Fundidas cual un molde de luz universal.

-¡No es cierto, Padre Tiempo! Le espeta al buen anciano
El sabio entre los sabios… ¡Magnífico Agustín!
Quien de Las Confesiones, sale con libro en mano,
Henchido de sapiencia, cual limpio serafín.

¡El tiempo no es el tiempo! Las horas ya se marchan
Como se escapa el agua en los dedos al tocar.
No existe el hoy presente, pues cuando  te levantas
Al hoy, este se marcha sin poderlo evitar.

Y el futuro es la idea del tiempo que no ha sido,
El ayer se ha cumplido, se funde en el no ser.
¿Sí ves que el tiempo es nada? No más que ser vencido
Que cuando te aproximas tiende a desvanecer.

Al verse desarmado el buen señor del tiempo
Se calla y torna lento al libro celestial…
Aquella Teogonía, la voz del pensamiento
Que de la Grecia grande fue airoso pedestal.

Esopo el fabulista de la Frigia, levanta
Su rostro con un aire de herida dignidad…
-¿Y cómo es eso –dice- que Roma en la garganta
De un sofista de escuela, pretende la verdad…

Sobre el señor del Tiempo, más sabio entre los sabios?
¡Retracta tus palabras!  Le exige al pensador…
De la noble Tagaste, Agustín aprieta labios
Y ya va a responderle al genial fabulador.

Cuando surge la voz del poeta más sapiente
Que Roma produjera en su historia colosal.
Horacio es aquel hombre que habla mansamente
Con trinos de canario y acentos de turpial…

¡Ni es bueno que se riñan ni Júpiter desea
Que por su patria inicien una guerra verbal!
Vamos amigos todos, cesemos la pelea,
¡Porque somos modelos del bien universal!

No olviden que la vida se escapa a cada instante
En el tiempo inclemente y la deben ocupar.
En hacerse felices, labremos vindicantes
La vida noble y pura de la felicidad…

El sol ya despuntaba con tintes purpurinos
En la línea de oriente con fiel exactitud…
Mientras los personajes buscaban los destinos
En los libros que albergan su ser de plenitud.

Se marcha Don Quijote jinete en Rocinante
Se marcha Lanzarote quien fiel se limitó.
A oír de sus vecinos de libros y de estante
La lívida disputa que el día nuevo acabó.

Disípase el señor de los Tiempos en su carro
Se marcha ya Agustín con un aire vencedor.
Mientras el fabulista repite los descargos
Con que ataca el embate del recio pensador.

Horacio también marcha, detrás con gesto grave
Prosigue  cavilante el prolífico Platón…
Quien dictamina a todos… ¡No es sabio quien más sabe!
¡Es sabio quien aprende errando en su lección!

El hombre busca esencia inmortal en sus ideas
Que abriguen las verdades de acento celestial…
Y sólo las consigue quien piensa, no pelea,
Y aprende de los otros el brillo sideral.

Con las últimas frases se cierran de los libros
Las tapas y regresan todos al anaquel.
No pasa mucho tiempo, el librero, aquel recinto
Abre con gran estruendo… ¡Su norma es siempre fiel!

Abrir la biblioteca y los libros que atesora
A quien quiera leerlos con límpida fruición.
¡Los libros son el mundo y el tiempo que devora
Las glorias de los siglos, con sabia erudición!
   
Nabonazar Cogollo Ayala
Mayo 1 de 2006
     

sábado, 9 de enero de 2016

VERBUM

MADRID - CUNDINAMARCA
Colombia

VERBUM
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

La voz de tu silencio brotaba de la calle
Se tomaba los vehículos del transporte urbano…
Llorabas en metáforas y en símiles luctuosos
Ahí estabas tú todo de cuerpo entero
Vertiendo lágrimas hechas verbo
Hechas giros de grandeza y de tristeza
La grandeza de una vida deshilachada entre las frías esquinas
Del silencio y del olvido de la indiferencia cruel y de la nada…
Y el ácido corroía tus entrañas mientras tu alma estilaba versos
Que se elevaban al éxtasis de un orgasmo de palabras
En un océano infinito de bellezas engendradas en el alma
Tú querías liberarte y de algún modo lo lograbas…
Liberarte de ese mundo
Que te ahoga y te subyuga
Que te pisa y te anonada
La palabra te hace libre con su verbo que se explaya
En un limbo de simbólicos gracejos
Que te exaltan al empíreo
De ese cielo que te abraza
La voz de tu silencio brotaba de la calle
Te miré y tú me miraste
Nos unían las palabras
Comunión que se extasía
Bajo un cielo en lontananza

Madrid (Cundinamarca)
Julio 06 de 2014

viernes, 8 de enero de 2016

A VECES LAS PALABRAS SON COMO CUCHILLOS


A VECES LAS PALABRAS SON COMO CUCHILLOS
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

-1-
Aquellas palabras sonaron crueles
Terribles y amargas…
Su frío acero penetró en el alma
Palabras jamás esperadas
No tanto por ellas mismas
Cuanto por quien las pronunciara
El cuchillo verbal que nos hiere
Que hace daño y que mata…
Deja sentir su andanada sufriente
Reciedumbre mordaz de su filo
Cortadura de estólida espada

-2-
El daño está bien consumado
La palabra fue lanzada
Llegó certera como una saeta
Cortó, abatió, trituró, fue estocada…
Y hundió su mandoble indolente
En el centro sensible del alma.
La esperanza rodó por los suelos
La esperanza trocó su mirada
En cascada de lágrima ardiente
Como plomo fundido que escalda.

Se escuchó una sonrisa batiente…
Se sintió la tormenta que acalla
La ilusión que en el ser se resiente
Derrotada por risa macabra.
Y un río salobre surcó la cara
Sangraron las ilusiones
Y entre cenizas brotó la nada
Los dedos se crispan, agónica danza
¿Qué asir? ¿De qué aferrarse?
¡De nada!
De la nada que es ser vacío
De la nada que aduerme las almas
De la nada que logra su daño
Con su ternura de espina clavada

-3-
 Aquellas palabras sonaron crueles
Terribles y amargas…
Amargura de hiel que se liba en la copa
De la vida que escapa
De la vida que es viento
De la vida que es nada
De la vida amorosa
Trocada en hostil marejada
Como acerados cuchillos que cortan el hilo
De la débil, huidiza y sutil esperanza…
Llegó el adjetivo
Y el juicio que emplaza
Llegó la ironía
Con su risa que mata
Llegó la tortura del ser que se ama
Quejidos abruman al débil espíritu
Que mira con ojos nublados
La crueldad consumada…
Aquellas palabras sonaron crueles
Y hoy solo vibra en la gélida estancia
El amargo sabor que brotó de sus voces
Soledad que se cierne
Y en la senda
Es la nada

Madrid (Cundinamarca)
Julio 3 de 2015