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Escritor, investigador y humanista colombiano, con estudios en filosofía. Fomentador de los cánones clásicos de la poesía española e hispanoamericana, en un sano marco de patriotismo colombiano y latinoamericano.

domingo, 10 de julio de 2022

EL ESPEJO (Poema)

 


EL ESPEJO

Superficie bruñida donde se refleja la vida

Realidad invertida que se muestra escondida

Con reflejos del alma, de la luz, la conciencia,

Atrapada en tu esencia  deshilvanas la vida…

Que se niega en tu luna esa luna que muestra

Invertidos el tiempo, el espacio y la esencia;

Que se lee de reverso como un verso maldito,

Ocultando los ritos de los magos de Persia…

¿Qué misterio sublime, resguardado y proscrito

Retrotraes en tus faces con tu hechizo infinito?

Si del cuarzo surgiste o la vieja Fenicia

Superficie bruñida que la seda acaricia,

Y en tu faz reluciente se duplican los mundos

Universos extraños con sus dogmas profundos,

Cabalgata imparable de fantasmas que pasan

Con imágenes varias, realidad esfumada;

Fumarola de un géiser de las tierras de Islandia,

Que el fantasma de Hamlet atrapó en retirada…

¡Oh mi espejo, mi espejo! Si me muestras la vida,

Si me ofreces del mundo realidad escondida;

No te olvides mostrarme los secretos del alma

De recóndita esencia que me roban la calma.

El sujeto se arroba en tu fiel superficie,

Y el vivir paralelo se trastrueca en molicie…

¡Oh mi espejo, mi espejo! Superficie bruñida

Que en cristales lucientes hechizaste la vida.

 

Autor: Nabonazar Cogollo Ayala

Agosto 10 de 2019

 


martes, 5 de julio de 2022

GUATEMALA

 

GUATEMALA

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Patria amada de tierras doradas

Donde el sol de la paz hoy fulgura

Como un faro de bien que asegura

Tu alborada de luz eternal.

Guatemala, terruño sagrado,

Donde el alma gritó de contento

Al alzar con feliz ardimiento

Tu bandera crisol celestial.  

 

Juventudes te ofrecen guirnaldas

Que se trenzan con nardos y rosas,

Para ver en tus sienes hermosas

Relucir la corona de amor…

Que producen tus hijos unidos

En la costa, en la sierra, en el llano,

Con la unión que tu ser soberano

Inspiró con sentir cantador.

 

Si la diosa de eterna poesía

Hoy me besa ardorosa la frente

Es tu nombre el que viene a mi mente

Con un gesto de viva ilusión…

¡Guatemala, mi patria sagrada!

Yo te juro ante el Dios de la altura

Que tu suelo de hermosa factura

¡No abandona mi fiel corazón!

 

El quetzal que atraviesa tu cielo

De zafiro me ofrece animoso

Su cantar como un himno orgulloso

Cual marimbas de raza ancestral.

¡Adelante mi patria pujante!

Con la fuerza feliz de tus hijos

Que han de darte laureles prolijos

¡En la América libre y triunfal!

 

Madrid – Cundinamarca

Diciembre 11 de 2019


sábado, 2 de julio de 2022

DOÑA ZORAIDA Y EL EUCALIPTO (Fábula)

 

DOÑA ZORAIDA Y EL EUCALIPTO

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

 

Zoraida Cadavid de Sierra, la matrona

Cristiana quien fundara prolífico un hogar

Que ofrece sano albergue a niñas de la zona

Sin medios que permitan sus metas alcanzar.

 

Paseaba cierta tarde en el parque del centro

De entonces Serrezuela, pensando sin cesar…

¿Y qué la entretenía? Llevaba muy adentro

El pálpito frecuente del prójimo ayudar.

 

Camina pensativa entonces va y se topa

Con un hermoso árbol en medio del lugar;

Encuentra un eucalipto magnífico en su copa

Que esparce en todo el parque espléndido aromar.

 

Zoraida lo contempla, su heráldica hermosura,

La asocia con sus pares que viera allá en París…

¡Por Dios que eres muy grande! Perfecto en tu factura,

Con fronda cuya esencia perfuma suave anís.

 

Si el Dios del universo me diera la licencia

De ser como tus ramas y a todos guarecer.

Librarlos del ultraje del tiempo y su inclemencia

¡Vería realizada la luz de mi deber!

 

El árbol que las voces escucha de Zoraida

Despierta y le responde con tonos de bondad:

Señora eres muy rica ni Pedro el de Betsaida

Cuando Cristo lo ungiera tuvo tal heredad.

 

Tienes los medios prestos para brindarle a aquellas

Que sufren en la vida, carencia y protección.

El Dios del universo te dio personas bellas

Que son como tus brazos dispuestos a la acción.

 

Si un día tú faltaras, matrona inigualable,

Seguro que tu obra habrá de derrotar…

El paso de los tiempos en la base insondable

Del firme pensamiento cristiano de tu actuar.

 

Zoraida marchó un día, pero en su testamento

Dejó bien expresada la firme voluntad.

De hacer la noble casa que diera fiel sustento

Y techo a cuantas niñas amaba de verdad.

 

¡Que el Dios del universo te tenga entre su seno!

Señora bendecida, fanal de eterna luz.

Porque tu fiel espíritu de amor siempre sereno,

¡Sufrió por el mandato del que murió en la cruz!

Madrid (Cundinamarca)

Agosto 31 de 2017