ENTONCES
ME HICE TUYO…
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
Tus ojos me miraron y yo me perdí en ellos
En esos lagos zafiro donde mi alma se hace estela
Entonces me hice tuyo
Mi sentir fue tu conciencia
Elevado risco de roca que es vencido por las olas
Entonces me hice tuyo
Fui feliz en tu existencia
Tus manos me buscaron y los dedos fueron uno
En un nudo amoroso como un cáliz de vivencias
Que recibe el licor cálido de un beso sin orgullos
Entonces me hice tuyo
Y se murió la resistencia
Como el rayo diamantino que atraviesa la dureza
Del cristal que se resiste ante la luz de su tibieza
Entonces me hice tuyo
En un jardín de complacencia
La febril respiración fue jadeante como el fuego
Y lamía con los dedos que buscaban la alta cima
Donde fue un elixir dulce aquel sudor que se origina
En la piel hecha pasiones y hecha miel entre mis besos
Y entonces me hice tuyo
Fue mi cuerpo tu conquista
Los sentires desbocados
Cual volcán de mil delicias
Y entonces me hice tuyo
Fui atrapado en tus pupilas
Que del alma hicieron mella con mirada almibarada
Que deshizo voluntades en un campo de satines
Y la roca fue vencida por los líquidos confines
De aquel mar hecho tormentas en ardiente marejada
Y entonces me hice tuyo
Solo dije nada nada
Y entonces me hice tuyo
Cada día en la alborada
Cada día en el poniente
Cada día en la jornada
Y entonces me hice tuyo porque tuya fue mi alma
Porque tuya fue mi piel con tu piel entrelazada
Del satín entre las sábanas del cerco de la almohada
Como un campo que presencia dulce entrega en tierna calma
Y entonces me hice tuyo
Para siempre y fui la nada
Que deshace en sus deliquios
Una vida que se lanza
Al vivir hecho vivencia
Y hecho vida en la distancia
Madrid (Cundinamarca) agosto 17 de 2014