REFLEXIONES
SOBRE JOSÉ MARÍA VARGAS VILA
Por: Nabonazar Cogollo
Ayala
(Ensayo)
En ciertas ocasiones se necesita un gran valor para decir la verdad,
pero se necesita
uno aún mayor para escribirla.
J.M. VARGASVILA – Ars Verba (1921)
Las nuevas generaciones poco y nada saben sobre este
polémico, criticado y vapuleado escritor
colombiano de la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. ¿Por qué
razón? Porque la Iglesia Católica
y los sectores más conservadores de nuestra sociedad
se encargaron de arrojar sobre
él y su obra el injusto manto del prejuicio, el rechazo y la negación más radical y absoluta. Como
hasta 1991 la educación en colegios y escuelas
colombianas, estuvo en manos del Clero, fue muy fácil para aquellos
excluir el nombre de Vargas Vila de
los manuales de historia de la literatura colombiana. ¿Por qué razón lo hicieron
así? Porque Vargas Vila desarrolló en su obra un pensamiento radicalmente anticlerical, ateo, con tendencias misóginas (de odio a las mujeres) y agresivamente anticonservador y de paso antinorteamericano, que escandalizó a más de uno y le
valió ser expulsado de Colombia,
Venezuela y Estados Unidos, sucesivamente. ¿Quién
fue José María Vargas Vila? Lo
veremos a grosso modo porque el
espacio no permite mayores extensiones
y escribir sobre Vargas Vila y su obra exige
un tratamiento más amplio y profundo, dada la
enmarañada complejidad del autor.
José María de la
Concepción Apolinar Vargas Vila Bonilla nació en la
ciudad de Bogotá, el 23 de junio de
1860, cuando nuestro país se llamaba Confederación
Granadina1. Y Falleció en Barcelona, España, Provincia
de Cataluña, el 23 de mayo de 1933, a la edad de 73 años2,
admirado y aclamado por varios países latinoamericanos (Argentina, México y
Chile entre otros) y odiado y
despreciado visceralmente por los
sectores derechistas de su propio país. Fueron
sus padres el general José María Vargas
Vila y doña Elvira Bonilla
1 Cf. ESCOBAR URIBE,
Arturo. El divino Vargas Vila: Ensayo
biográfico. Ed. Gráfica Venus. Bogotá (Colombia), 1968. Vol. I. Pág. 12 y ss.
2 Los datos de estas
fechas, aportados en la Wikipedia, son
erróneos. Me he apoyado en su más juicioso biógrafo.
Arturo Escobar Uribe, quien reproduce el acta de bautismo y el testamento del
biografiado, en la obra antes citada.
Matiz. A los 4 años de edad el pequeño José María perdió a
su padre y quedó al cargo de su
progenitora, lo que lo convirtió en un niño callado y retraído, a lo cual se
sumaba el hecho de ser debilucho, enclenque y enfermizo. ¿Cuál pudo ser la razón de su retraimiento?
Según refieren algunos biógrafos, doña Elvira Bonilla se entretenía vistiendo al chico cada tarde, al llegar este de la
escuela, con ropas femeninas y luego hacía que lo vieran sus compañeros de clase3, para risa y deleite
de aquella. ¡Qué tipo de patología psicológica
tendría esta señora para que hiciera tal cosa con el cuarto de sus cinco hijos! Una vez muerto el padre ¿De qué vivían la
madre y los cinco hijos del matrimonio? De una
modesta pensión militar de viudez que escasamente si alcanzaba para socorrer la comida y el alquiler
de la vieja casona en el barrio La Candelaria, de Bogotá. Su niñez y adolescencia
fueron de privaciones y necesidades. Bueno, no más biografía. Hablemos un poco ahora de aquello que más irritó a sus
muchos enemigos… ¡Su forma de escribir y su pensamiento,
escandaloso para muchos!
Fundamentalmente fue un novelista, aunque sus detractores dicen que más bien fue un panfletista o un libelista…
Es decir, un escritor de textos
sensacionalistas e inmorales, sin
mayor valor ni de forma ni de
contenido. El libro que le valió ser excomulgado fulminantemente por la Iglesia Católica
fue su controvertida novela Ibis, publicada en Roma (Italia) en 1901. ¿Qué es una ibis? Es un ave zancuda de los pantanos. Veamos unas breves
citas ilustrativas tomadas
de dicha obra.
ALGUNAS DE SUS IDEAS SOBRE LAS MUJERES…
En una mujer el pasado es
triste o necio; el porvenir olvido y muerte. ¿Para qué evocarlos? ¿Qué hacen
esos fantasmas al pie del lecho en
que se viola el presente?
No los evoques. Goza tu placer.
La vida es corta y el placer es raro. ¡Apresúrate
a los goces de la vida!
Seduce a esa mujer:
viola su cuerpo,
no su historia.
Aspira el perfume del lirio ¿Qué te importa
el fango en que naciera?4
¿A qué se debía el radical desprecio de Vargas Vila hacia
las mujeres? Es probable que la primera
razón radicara en los malos tratos a que lo sometió su propia madre en su
niñez. Continuemos.
3 Cf. GUTIÉRREZ, Francisco. José María Vargas Vila: entre el fango y las violetas. En: Vida y obra de colombianos célebres. Ed.
Forja. Bogotá (Colombia), 1985. Pág. 100
4 VARGAS VILA, José María. Ibis. Ed. Bouret.
Paris (Francia), 1947. Pág.
229
EN
LA MISMA OBRA RECOMIENDA EL ASESINATO DE LA MUJER AMADA Y EN SU DEFECTO, EL SUICIDIO, VEAMOS…
¿Qué hay entre el porvenir
y tú? Esa mujer: suprímela.
¿Qué hay entre la ventura y tú? Esa mujer: elimínala.
Eres un ciego y ella es tu nube: arráncala.
Mátala, mátala. Ese es tu
deber.
Acosa la víbora. Mata el crótalo
ponzoñoso.
Mátala.
Y, si toda la dignidad ha
muerto en ti, si nada queda del hombre, si tu alma es un desierto, si eres un infame y no tienes
valor para matarte, entonces:
Mátate.
Mátala o mátate: He ahí el dilema5.
¿Por qué despreciaba Vargas Vila el amor? Probablemente
porque su figura debilucha y poco
agraciada no le permitiera conocer el amor en sus años mozos. Alguna vez siendo muy joven fue objeto de una cruel burla
por parte de cierta bella dama de la sociedad
ibaguereña, quien lo hizo quedar en ridículo dándole bofetadas en
público durante una fiesta, por toda respuesta
ante su apasionada declaración de amor6. Otros autores refieren que la joven le dio a entender
burlonamente el ofensivo apodo con el que los
compañeros de estudio de Vargas Vila lo llamaban, a saber “el zancudo”. El caso fue que el joven José María huyó entonces
avergonzado hacia la capital y abandonó su puesto de profesor particular en Ibagué. ¿Esto acaso ameritaba tal
comportamiento? En 1880 sí, la sociedad
colombiana de la época era mojigata, acartonada y reaccionariamente clerical.
El futuro escritor jamás olvidaría
este cruel desplante y ello se tradujo en un odio visceral hacia las
mujeres que lo acompañaría por el resto de la vida.
La lectura de la novela Ibis
fue radicalmente prohibida, junto con otros libros de Vargas Vila en Colombia y otros países de
América, porque dio como resultado varios suicidios pasionales. En Ciudad de Panamá (cuando esta aún era parte de Colombia), dos agentes de policía aparecieron muertos por
suicidio. En una nota explicativa decían que si querían saber las razones
de nuestro suicidio, búsquense en la página 229 de Ibis, de Vargas Vila7.
5 Ibídem
6 Cf. GUTIÉRREZ. Pág. 103
7 Cf. ESCOBAR URIBE. Pág. 279
En su novela La ubre
de la loba, enfila baterías verbales contra la Iglesia Católica a la cual
sindica de ser una entidad
embustera, fanática y alienadora del libre pensamiento. Veamos unas breves citas.
…Eran monjas catequistas dadas a la enseñanza,
Mezclando el fanatismo más absurdo, a una pedagogía rudimentaria y bárbara;
Eran, unos
de los mil tentáculos, que Roma tiende sobre las ciudades y los campos de
América, para apoderarse de las almas y aumentar sus inmensos rebaños
de creyentes;
Enviadas para catequizar
salvajes en las montañas, ellas se quedan siempre en las ciudades, salvajizando niños con la lenta infiltración del virus religioso. 8
Este rabioso anticlericalismo le valió ser proscrito para
siempre de las aulas y los manuales de historia
y la literatura tanto en Colombia como en otras naciones del continente americano. Pero el libro que le valió ser
expulsado de los Estados Unidos en el año 1903, fue el titulado Ante los
bárbaros: Los Estados Unidos y la guerra. El yanqui: he ahí el enemigo, el cual publicó por entregas
semanales, en una revista que él había fundado en Nueva York, llamada
Némesis. En dicha obra fustigaba violentamente al gobierno de Teodoro
Roosevelt por su política
imperialista en América Latina y por haberse adueñado del canal de Panamá, instigando para ello el desmembramiento del
mapa de Colombia, el mismo año de 1903. Pero se hace preciso
introducir antes de la cita, unas rápidas
explicaciones del contexto histórico de la época, para que se entienda
de qué hablaba Vargas Vila y contra
qué reaccionaba. El gobierno de Teodoro Roosevelt en los Estados Unidos,
de 1901 a 1909, se caracterizó por
una agresiva política exterior hacia la América Latina, traducida en invasiones, intervencionismo, robo y
pillaje, abiertos y descarados, la verdad
sea dicha. Los historiadores han dado en llamarla “la política del gran garrote” (Big stick
policy), la cual se había iniciado en EEUU con el presidente Mac Kinley,
quien en 1898 se apoderó
de las islas Hawái en el océano Pacífico. La armada
norteamericana hizo intervenciones
militares en Colombia (1865) “defendiendo
los intereses de ciudadanos de los
EEUU en el área”, porque EEUU ambicionaba crear el canal interoceánico y
adueñarse de él, lo que finalmente
logró. Lo que resulta inconcebible es que el propio presidente colombiano de la época, el escritor
y poeta José Manuel Marroquín
solicitó de
8 VARGAS VILA, José María. La ubre de la loba. Ed. Medina Henos.
S.A. México, 1970. Pág.
31
Washington la intervención armada en el istmo, con nefastos
resultados a la larga9. Los yanquis
intervinieron también en República Dominicana de 1916 a 1924 de cuyo gobierno se apoderó, con las siguientes razones: “El propósito de los Estados Unidos al
instalar su administración
provisional, fue liberar al país de sus deudas, establecer la hacienda sobre una base duradera,
difundir la educación, mejorar las comunicaciones y contribuir al progreso
económico del país10”. Intervino en la isla de Cuba de 1906 a
1909, porque el gobierno de la Casa Blanca ambicionaba que Cuba fuera
parte de la unión americana, lo cual no pudo lograr.
EEUU había derrotado
estrepitosamente a España en la guerra hispano-americana de 1898, por lo cual le arrebató las
Filipinas en Asia y la isla de Puerto Rico en América, logrando
gracias a la polémica Enmienda Platt (en la constitución cubana), el derecho discrecional de
intervenir en Cuba cuando a bien lo tuviera. EEUU intervino militarmente también en Haití, de 1915 a 1934,
llegando a apoderarse de las aduanas
de la empobrecida nación caribeña afrodescendiente, con la excusa de la deuda externa. Eso sin mencionar que también
apoyó procesos intervencionistas en Nicaragua,
México y Honduras
liderados por el filibustero
norteamericano William Walker, etc.
Era apenas obvio entonces que el resentimiento de las
débiles y empobrecidas naciones latinoamericanas surgiera
con toda su rabia e
impotencia, ante el odioso invasor
yanqui.
¿Cómo justificaba el gobierno de la Casa Blanca todas estas censurables intromisiones? Con un exabrupto
del pensamiento humano que hoy por hoy avergüenza a los historiadores norteamericanos el tener que reseñarlo: La doctrina del destino
manifiesto (Manifest Destiny). Según esta teoría EEUU tendría el derecho inapelable de expandirse allende sus propias fronteras,
porque la Divina Providencia así se
los habría señalado como destino
irrecusable, a la luz del Evangelio.
El periodista norteamericano John O´Sullivan lo enunciaba explícitamente así en 1845:
El cumplimiento de nuestro
destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para
el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra
9 Cf. Cnel.
PLAZAS OLARTE, Guillermo. La separación de Panamá
desde el punto de vista militar. Ed. ABC. Bogotá
(Colombia), 1987. Págs. 64 y
65
10 PATTEE, Ricardo.
La República Dominicana. Ed. Cultura Hispánica. Madrid (España), 1967. Pág. 180
necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino…11
¿Cómo reaccionó entonces Vargas Vila, quien se sentía
legítimo portavoz y defensor de la
América Latina? Con la obra Ante los
Bárbaros: Los Estados Unidos y la guerra. El yanqui: he ahí el enemigo. Una violenta diatriba
que denunciaba estos hechos y tropelías, con las que se cambiaba
sensiblemente el mapa geopolítico en el mar Caribe y en el océano Pacífico, a favor del
gobierno de Washington. Miremos unos breves apartes:
DENUNCIA EL SILENCIO CÓMPLICE DE EUROPA ANTE EL PILLAJE
NORTEAMERICANO EN AMÉRICA LATINA…
¿Quién dirá a la Europa en
fuego, los dolores y la agonía de la América latina, asaltada y violada por un tropel de bárbaros no menos
codiciosos, ni menos crueles, que aquellos, que a la voz implacable del Destino, salieron de los silencios de la Selva
Negra, con el designio de pillar y degollar
el mundo?
¿Quién contará a la
civilización Latina, amenazada de morir en Europa, el calvario de la Raza Latina,
pronta a desaparecer en América?
También allí la Odisea de la barbarie, avanza amenazadoramente…12
DENUNCIA LA INTERVENCIÓN DE EEUU EN CADA NACIÓN LATINOAMERICANA Y LA PSEUDOJUSTIFICACIÓN DE LA DOCTRINA DEL DESTINO MANIFIESTO…
Ante la llamada teoría imperialista,
Que no es otra cosa que la doctrina del pillaje, del robo y la conquista;
Ante el Walkerismo oficial, o
sea el filibusterismo yanqui, proclamado y, aplicado al Asia y, a la América, en presencia del mundo sometido;
Ante esa ola de fuego y
sangre, arrojada sobre los filipinos, para ahogar su derecho a tener patria, su sagrada aspiración a ser libres;
Ante la conquista simulada de
Cuba, ante esta anexión solapada y cobarde;
Ante el robo de
Panamá, piratería insolente y falaz;
Ante la ocupación de Santo Domingo,
página de rapacidad
sin precedentes;
Ante la
actitud de los papeles periódicos yanquis, tan despectivos, tan ignorantes, tan
agresivos para nosotros
(…)
Ante las hordas del norte que se aprestan
a avanzar sobre nosotros, demos el grito de: ¡Alerta!13
11
O´SULLIVAN, John. Diego.
Artículo de prensa publicado en la revista:
Democratic Review. New York (USA), 1845
12
VARGAS VILA, José María. Ante los bárbaros:
Los Estados Unidos y la guerra. El yanqui: he ahí el enemigo.
Ed. La Oveja Negra. Bogotá (Colombia), 1985. Pág. 12
13
Op. Cit. Págs. 31 y 32
Las contra reacciones no se hicieron esperar y en Nueva
York un grupo de ciudadanos norteamericanos
declararon a Vargas Vila “persona no
grata” en 190314. Vargas Vila
abandonó EEUU y viajó entonces a Paris desde donde continuó publicando
la revista Némesis. En el año 1917 publicó en Barcelona (España) el libro Ante los bárbaros…, en versión completa, con aditamentos y
algunas correcciones. Y mientras
tanto… ¿Cuál era la reacción del
público lector en América Latina? Vargas Vila era aclamado hasta el delirio en España, Colombia, Argentina,
México, Cuba, Chile y Venezuela entre otras naciones.
Sus libros a pesar de estar
prohibidos en varios de estos países, circulaban y se
vendían entre la gente del común como pan caliente. Su autor llegó a amasar una considerable fortuna por cuenta de las regalías literarias de sus múltiples
libros y artículos de prensa. ¿Y qué se decía en Colombia de él? En
términos generales que era un
resentido, un ateo impenitente y un escritor de cuarta o quinta categoría, más panfletario
y libelista que verdaderamente
escritor. Miremos unos cuantos ejemplos al respecto.
El padre Jesús María Ruano –reconocida autoridad de las letras y la literatura en la Colombia
de la primera mitad del siglo XX-, no solamente
lo excluyó de su Resumen Histórico
– crítico de la Literatura Colombiana, publicado en Bogotá por primera vez en 1924. No solo lo excluyó,
sino que además lo insultó
llamándolo apátrida, parvihombre e infrahombre…15.
En su afamado libro Lecciones de
literatura preceptiva, publicado
en Bogotá en 1942, se refiere a Vargas Vila solo de pasada, para incluirlo en el grupo de los escritores
ultrarrealistas o naturalistas, junto a europeos como Emile Zolá, Honorato de Balzac, Gustave Flaubert y Guy de
Maupassant, entre otros. Dice el padre Ruano…
Basta lo dicho para que los
que comienzan la carrera de las letras abominen para siempre de escuela tan inmoral y antiestética, y
crean rebajar su dignidad humana leyendo libros como los de Zolá… (…) y por supuesto
del antipatriota Vargas Vila… vienen a reducirse
al materialismo, por más
que en teoría no lo admitan sus autores. 16
14
Cf. DEAS,
Malcom. Vargas Vila: Sufragio
– Selección – Epitafio. Eds. Banco Popular.
Bogotá (Colombia), 1984.
Pág. 14
15
Cf. ESCOBAR.
Pág. 26
16
RUANO, José María (Pbro.).
Lecciones de literatura preceptiva. Ed. Librería Voluntad
S.S. Bogotá (Colombia), 1942. Pág. 61
Para fortuna del padre Ruano, esto lo dijo cuando ya Vargas
Vila había muerto, porque de otra
forma una demoledora respuesta no se hubiera hecho esperar. El también sacerdote jesuita, José A. Padre Núñez Segura,
lo excluyó igualmente de su obra Literatura colombiana: sinopsis y
comentarios de autores representativos, publicada en Bogotá en 1956. Se le niega su importancia también en el ámbito
político colombiano. Por ejemplo, en
su Antología del pensamiento político
colombiano, publicada en dos volúmenes
en Bogotá en 1970, el autor colombiano Jaime Jaramillo Uribe lo excluyó como si
jamás hubiera existido. (!) Estos son solo
unos cuantos ejemplos.
CENTENARIO DEL NATALICIO
DE VARGAS VILA Y LEY DE HONORES
Llegó el año 1966 y a pesar del férreo cerco de silencio generalizado que se había levantado alrededor de Vargas Vila, su
vida, pensamiento y obra; en el Congreso de la
República se aprobó una Ley de
honores a la memoria de Vargas Vila: Ley 59 del 5 de noviembre de 1966. Cuyos artículos iniciales decían lo
siguiente: “Art. 1° El Congreso de Colombia,
a nombre de la nación, rinde testimonio de admiración al notable escritor y paladín de las libertades públicas JOSÉ
MARÍA VARGAS VILA. Art. 2° El Ministerio
de Relaciones Exteriores hará las
gestiones conducentes para la repatriación de los restos de José María Vargas Vila, los cuales reposan en la ciudad de
Barcelona, en España (…)17”.
¿Fueron repatriados los restos de José María Vargas Vila a
su natal Bogotá? Sí señor, pero se
necesitó que pasaran 15 años desde la expedición de la Ley de Honores y 150 años
desde el nacimiento del escritor. Tampoco los repatrió el gobierno de Colombia, sino el personal interés y admiración del
poeta antioqueño Jorge Valencia Jaramillo, quien
sufragó motu proprio todos los
gastos. El 24 de mayo de 1981 llegaron a Bogotá los restos
provenientes del cementerio barcelonés de Las Corts, los cuales fueron inhumados en el
Cementerio Central, en el Panteón Masónico, porque dicha comunidad aseguró
que el poeta y escritor era masón18.
CONCLUSIONES:
17
Cf. ESCOBAR.
Pág. 330
18 Cf. VALENCIA
JARAMILLO, Jorge. Vargas Vila no descansa
en paz. Artículo publicado en: EL ESPECTADOR, 24 de julio de
2010. Sección Cultura.
Vargas Vila fue un rebelde consumado, que usó el prodigioso
arsenal de su pluma literaria para
atacar de manera despiadada a todo aquel que encarnó, en el momento histórico que le tocó vivir, la tiranía,
la usurpación, la invasión el robo, la violación y el saqueo. Atacó con saña todo lo que significó la antítesis del
liberalismo radical que él profesó como obsesivo ideal político. La emprendió sin tasa ni medida contra el presidente Rafael Núñez (el autor de la
letra de nuestro Himno Nacional, 1887), de quien se refirió así… “(El Partido Nacional
o Regenerador) tiene su personificación siniestra en un solo hombre: Rafael Núñez. (…) Como
inteligencia, tiene pocos rivales, como
perverso no tiene ninguno. La mitología cristiana no ha creado más que una
figura semejante a él: Luzbel”19. La emprendió sin tasa ni medida
igualmente contra la Iglesia Católica,
contra Teodoro Roosevelt y EEUU y su odiada política del Gran Garrote, contra el Partido Conservador Colombiano, en fin.
Contra todo lo que a su juicio encarnara limitación de las libertades, dogmatismo, imposición, sometimiento o exigencia de dominación o vasallaje.
Se convirtió quizás por ello, en el autor preferido de las
multitudes, que lo aclamaban y compraban,
– a escondidas de las autoridades- , sus novelas, editadas muchas veces en versiones populares callejeras. Muchos
estudiantes y escolares fueron sorprendidos por sus maestros clérigos, leyendo las novelas prohibidas de Vargas
Vila, por lo cual fueron fuertemente
reprendidos y posteriormente expulsados de sus colegios, casi sin fórmula de juicio… ¡Leerlo era un sacrilegio! Vargas Vila abusó muchas veces de los
adjetivos y algunos sustantivos los
escribía en mayúsculas, para darle fuerza a su pensamiento y expresión; otras frases contundentes las
ponía en negrilla. ¡No creía en las leyes de la gramática! La mayor parte de sus novelas son autobiográficas y
alterna en ellas el yo de la primera persona con las personas gramaticales de sus personajes literarios.
¿Qué tanto escribió? No se sabe aún con certeza. Se estima
que fueron más de 100 volúmenes,
entre los que se cuentan: Pasionarias: álbum para mi madre muerta (1887),
19
VARGAS VILA, José María.
De la historia (1886).
Publicado en: DEAS, Malcom. Op. Cit. Pág. 53
Aura o las violetas
(1887), Emma (1888),
Los providenciales, Ante los bárbaros, (1902) Lo
irreparable (1889), Flor de fango (1895), Ibis (1901), Copos de espuma (1902),
Los divinos y los humanos (1904),
Laureles rojos (1904), Los césares de la decadencia (1907), El camino del triunfo (1909),
En las zarzas del Horeb (1913), La muerte del cóndor (1914), Verbo de admonición y de combate
(1914), Los discípulos de Emaüs (1917), Rubén
Darío (1917), Némesis (1923, La cuestión religiosa en México (1926), Los
soviets (1926), El joyel mirobolante (1937), José Martí:
apóstol libertador (1938),
etc.
Las Obras Completas
de Vargas Vila, en las que se incluyan sus numerosos artículos de prensa y revistas, sus novelas y cartas
personales, aún no se han editado, es más, creo que ni siquiera se ha compilado del todo, aunque en Argentina y
España se han hecho intentos, al
menos abarcadores de sus más reconocidas obras literarias. En vida su editor
español, el barcelonés Ramón Sopena intentó una primera compilación de sus Obras
Completas, pero se ignora en qué lugar del mundo reposan actualmente y si fueron editadas o no. ¿En México? ¿En
Cuba? No se sabe. En su testamento, dictado en
Barcelona el día 5 de febrero de 1930, nombró “albaceas testamentarios” al escritor cubano Ramón Palacio Viso y a su abogado, don Claudio García G.
Carballar, para que se hicieran
cargo de sus bienes materiales. Y en el mismo documento declaró heredero universal
suyo al referido Palacio Viso20.
Ciertamente las Obras
Completas de Vargas Vila no están en Colombia porque fue su voluntad testamentaria que sus obras no
fueran conservadas en su patria natal. Aunque
se ha especulado que probablemente sí y que habrían sido traídas por
algún cubano, probable descendiente de Ramón Palacio
Viso, pero estas no son más que especulaciones
en torno a la figura ya legendaria de Vargas Vila. Actualmente hay en Bogotá un colegio distrital
que lleva su nombre, en la localidad de Ciudad Bolívar.
¿Cómo fue inhumado el vilipendiado escritor bogotano? Pidió
ser enterrado en la pura tierra de la cual
un día vino, desnudo, solamente
protegido por un féretro de pino y que
20
Cf. ESCOBAR.
Págs. 327 y 328.
pusieran sobre su corazón, el retrato de la madre y entre
las manos una pluma. Pidió que encima de su tumba, por todo epitafio
solo escribieran VARGAS VILA. Así fue enterrado en Barcelona en 1933 y así
mismo volvió a serlo, en Bogotá en 1981, según lo atestigua el poeta Jorge Valencia Jaramillo.
Y así llegamos al final de este periplo en el que se intentaba responder
una pregunta:
¿Quién fue José María
Vargas Vila? ¿Se respondió adecuadamente tal interrogante metodológico? El amable lector lo juzgará. Este ensayo
divulgativo no pretende agotar un
tema tan amplio como complejo y antes bien es solo una invitación a las futuras generaciones para asumir el tema y
completar en él lo incompleto e irresuelto que
pueda haber, que ciertamente es mucho.
nacoayala@gmail.com Madrid (Cundinamarca), enero 20 de 2013
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La ubre de la loba. Ed. Medina Henos.
S.A. México, 1970
VIVERO, León de; CÁRDENAS,
Carlos Alberto; GARCÍA PONS, César; RIVAS ACOSTA, Santiago, MARSHALL, George F. y PIESCHACÓN, José María. 20.000
biografías breves: Diccionario biográfico universal. Ed. Libros de América
Inc. Hanover (USA), 1950. (ca.)