CRISTO EN CÓRDOBA
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
Por
el Sinú pasó Cristo con las abarcas en la mano,
En
el San Jorge bebió agua y en una hamaca descansó.
En
las sabanas lloró un rato, contemplando la hermosura,
De
la espléndida pradera que a su alma entusiasmó.
Con
sus lágrimas ardientes se formaron nuestras costas
Y
las olas reventaron su zafiro bajo el sol…
Dijo
Cristo: ¡Esta es la tierra más grandiosa
que he pisado
Donde bollo y mantequilla son manjar sin
parangón.
Con
un grito guapirrero bailó un porro emocionado
Y
en la rueda del fandango le brincó su corazón.
La
pareja que elevaba las espermas bajo el cielo
Le
alumbraba su camino como brasa en el fogón.
Tomó
chicha en la totuma que le dieron como trago
Y
ese gusto fermentado del maíz de la región…
Le
irradió en el alma entera y en un gesto arrebatado
Fue
y se puso en la cabeza un vueltiao de tradición.
Probó
un plato de sancocho palitiao de bocachico
Con
buen ñame, buena yuca y un crujiente patacón…
Y
sudó la gota gorda, cuchareando sin respiro,
Para
así seguir camino hacia la altura en su misión.
Cuando
Cristo subió al cielo se llevó entre las pupilas
Las
imágenes sagradas de esta tierra de emoción…
La
que adora desde entonces cual lucero que titila
En
las tardes cordobesas de rojiza ensoñación.
Madrid
(Cundinamarca)
Mayo
10 de 2017
Excelente, nuestro diario acontecer vivido por Jesús, felicidades Dios lo bendiga.
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