Madrid - Cundinamarca Colombia |
POEMA ESTACIONAL
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
El
cielo ya estilaba sus lágrimas de dicha
Y
los cantos de la brisa elevaban su oración…
El
cielo era un suspiro de vibrante ensoñación
Donde
el alma se hacía una con su mágica sonrisa.
Entonces
se sentía la frescura de la brisa
Que
llevaba remolinos de hojarasca de estación…
Y
las hojas eran riego que paliaba al corazón
Con
rocío azucarado de colmena en su camisa.
El
iris de los rayos de los soles de la tarde
Se abría en abanico como el fuego cuando arde
En
luz iridiscente de nostálgico matiz…
Las
chispas luminosas se alzaban cual luceros
De
hadas diminutas que iluminan los senderos
De
un mundo que hace al alma palpitar y ser feliz.
Madrid
(Cundinamarca) septiembre 16 de 2015
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