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Escritor, investigador y humanista colombiano, con estudios en filosofía. Fomentador de los cánones clásicos de la poesía española e hispanoamericana, en un sano marco de patriotismo colombiano y latinoamericano.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

¿Y QUIÉN ES EL NABO COGOLLO? Por: Nabonazar Cogollo Ayala

NABO COGOLLO GUZMÁN JOVEN (17 AÑOS APROXIMADAMENTE) LA FOTOGRAFÍA SE DATARÍA EN CARTAGENA (BOLÍVAR) EN EL AÑO 1952, MISMO AÑO EN QUE SE CREÓ EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA.
NABO CURSÓ PARTE DE SU BACHILLERATO EN EL COLEGIO SAN PEDRO CLAVER DE LA CIUDAD HEROICA.
¿Y QUIÉN ES EL NABO COGOLLO?
Por: Nabonazar Cogollo Ayala


Tiene bella estampa, brioso pico estirador
Como son los gallos y pollos de Cereté.
Y yo lo puse "El Cordobés"; Nabo Cogollo bien lo suave…
Que cuando pica a un pata suave,
Sangre en la valla ven correr.

(El Cordobés – de Adolfo Pacheco Anillo)

Cada canción vallenata obedece irrestrictamente a una circunstancia concreta, a una situación jocosa o a una anécdota que le dio vida. Con el paso del tiempo todo ese universo subrepticio que da vida y dota de sentido pleno y vivencial a la creación en cuestión, se pierde; y con ello se pierde una parte sustancial de la canción en tanto unidad significativa. Eso ha sucedido con centenares de creaciones vallenatas que luego de diez, quince, veinte o más años, se continúan cantando sin que las nuevas generaciones entiendan del todo a qué hacen referencia sus textos exactamente. Hoy en día la canción El Viejo Miguel, compuesta por el sanjacintero Adolfo Pacheco Anillo en honor de su señor padre, mete en serios aprietos a los vallenatólogos, cuando a alguien se le ocurre preguntarles, ante la estrofa que dice:

Se acabó el dinero,
Se acabó todo…
¡Hasta El Currufero!

¿Qué es eso de Currufero? ¿A qué se refiere eso? Un apreciado amigo mío,  antiguo compañero de colegio y oriundo de Curumaní (Cesar), que vive en el Valle, el publicista Carlos Julio Daza Boom, sostenía alguna vez en amena tertulia coloquial bajo de uno de los emblemáticos mangos de Valledupar, la siguiente tesis interpretativa:

  • ¡Eso ahí no dice Currufero! Lo que dice en realidad es Gurrupero. Un gurrupero es ese apero que se le coloca a los caballos y a los mulos en la cola, para ayudar a sostener la silla. Lo que quiere decir es que se acabó todo lo que sostenía un buen nivel de vida, al decir de Adolfo Pacheco…

Mi padre el antiguo caballista y gallero conocido en la región cordobesa como el Nabo Cogollo, y que en la década del ochenta fuera denodado mecenas de algunos juglares vallenatos, me sacó de la duda, con toda la autoridad que le da haber sido amigo personal de Adolfo. Dice él:

  • No hombre, la expresión correcta es El Currufero. Un hombre currufero llaman en el departamento de Bolívar a un hombre brioso, contento, alegre y dicharachero. Así se llamaba el bar que tenía en San Jacinto (Bolívar) la familia de Adolfo y que el viejo Miguel  Pacheco vendió, una vez que se quedó viudo, para irse para Barranquilla con una mujer mucho más joven que él. Eso fue lo que inspiró la canción El Viejo Miguel.   

MI señor padre fue cantado o mencionado en más de una canción vallenata, aun desde los años setenta. Hoy quiero hablar de una de ellas, el conocido paseo de Carlos Huertas, titulado Tierras del Sinú. Con esa elevada y poética musa creativa que caracterizaba al Cantor de Fonseca, se creó algún día en Valledupar, al calor de unos cuantos rones y de un par de guitarras empeñadas en una tienda cercana, la susodicha canción; con la que Carlos Huertas cobraba una vieja cuenta a unas personas en Cereté (Córdoba). El texto completo de la canción es el siguiente:

TIERRAS DEL SINÚ
-1-
Compadre Poncho dígame cuándo se va
para esa tierras ribereñas del Sinú...
Para mandarles recuerdos y gratitud
A unos amigos que yo tengo por allá.

-2-
Esto no es cumplimiento ni es deber...
le aseguro que es tan sólo cariño.
Me saluda a Rodrigo Argel
Hombre que es muy decente y buen amigo.
Y me le dice que lo quiero ver
Para que vuelva a parrandear conmigo.
-3-
A Nando Otero le voy a mandar una carta
Pero parece que le voy a causar molestias
Porque usted sabe, como yo, Poncho Zuleta
Que ese palomo no se consigue en su casa.
-4-
Pero me lo saluda sin embargo
Y eso lo hace uno cuando aprecia...
Le dice que el Cantor de Fonseca
Por todo Cereté lo fue buscando.
Hombre y se me antoja que me lo negaron...
Si me equivoco usted me le dispensa.
-5-
Y me le dice que vivo pendiente a todo
Y que yo canto porque mi vida es cantar.
Compadre Poncho dígale a Nabo Cogollo
Ay que me espere para el otro Festival.
-6-
Dígale que todavía me acuerdo
La noche en que le canté a su familia.
Dígale que me guarde un recuerdo...
¡Que me prepare pues la bienvenida!
Y que no resulte como la novilla
Que me ofrecieron Ramos y Nando Otero.

¿Qué inspiró esta canción? Mi padre por estos días anda convaleciente luego de una intervención ocular, a sus setenta y un años. Trataré de ser lo más fiel posible a sus palabras. Él me refirió lo siguiente:

Cualquier día -por allá hacia 1980- estuve en el Cesar, por la Loma y Becerril. Y me vi con Poncho Zuleta en Valledupar y con Carlos Huertas. Poncho me dijo que ya casi tenían listo el último longplay que iba a salir al mercado, pero que les hacía falta una canción. A mí se me ocurrió decirle al compadre Carlos que tarareara un canto nuevo, mandándoles saludos a los ganaderos cereteanos que se le habían escondido, la última vez que él había ido. A Carlos Huertas le sonó la idea y luego de haber mandado conseguir unas guitarras en una casa de empeño cercana, él empezó aquello de…

Compadre Poncho dígame cuando se va…

¿A qué se refería este paseo? A que en cierta oportunidad Carlos Huertas había visitado la algodonera ciudad de Cereté, en el Medio Sinú, centro industrial y algodonero por excelencia, en el departamento de Córdoba. Allá amenizó varias fiestas y parrandas con su guitarra y conoció a ganaderos y hacendados de la región como Hernando (Nando) Otero, José Miguel Ramos y Rodrigo Argel –a quien popularmente llamaran con el apelativo cómico de “Perico Fino”, entre otros. Carlos Huertas andaba pobre de reales y ante la expectativa y la promesa que entre todos aquellos pudientes asumirían el costo de su estadía y alimentación, el hombre se alojó en un hotel cereteano. José Miguel Ramos y Nando Otero se comprometieron en regalarle una novilla de sus hatos ganaderos.  Lo cierto es que todo se quedó en palabras y promesas hueras y el único que salió al frente de la situación fui yo, quien pagó la cuenta del hotel de Carlos, y además de eso le obsequié dinero para su regreso.

Cuando Carlos los iba a buscar a sus fincas, se le escondían y se le mandaban a negar. Por eso la oportunidad que le daban los hermanos Zuleta era de oro: el afamado compositor iba a cobrar una vieja deuda a todos aquellos falsos amigos, y así fue. Por eso aquello de…

A Nando Otero le voy a mandar una carta
Pero parece que le voy a causar molestias
Porque usted sabe, como yo, Poncho Zuleta
Que ese palomo no se consigue en su casa.

Pero me lo saluda sin embargo
Y eso lo hace uno cuando aprecia...
Le dice que el Cantor de Fonseca
Por todo Cereté lo fue buscando.
Hombre y se me antoja que me lo negaron...
Si me equivoco usted me le dispensa.

Y hacia el final del texto Carlos me tributó un sentido homenaje de aprecio, al mencionarme muy especialmente…

Compadre Poncho dígale a Nabo Cogollo
Ay que me espere para el otro Festival.

Dígale que todavía me acuerdo
La noche en que le canté a su familia.
Dígale que me guarde un recuerdo...
¡Que me prepare pues la bienvenida!
Y que no resulte como la novilla
Que me ofrecieron Ramos y Nando Otero.

Esta fue, por consiguiente, la anécdota que dio vida a ese hermoso y sentido paseo en el que el Cantor de Fonseca estiló lo mejor de su musa creadora, en honor de mi natal tierra cordobesa; razón de más para tributarle un recuerdo de gratitud y cariño, con el alma de quien jamás olvida lo significativo e importante para el rico folclor vallenato.

nacoayala@hotmail.com
2007
NABO COGOLLO CON UNA DE SUS POTRANCAS  EN LA FINCA LA FLORIDA
AÑO 1985 APROX.






6 comentarios:

  1. Escuchando la estrofa que despierta duda, creo que no dice Gurrupero ni Currufero, pues claramente allí se dice "Se acabó el dinero, se acabó todo, hasta el burro obrero"

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  2. Gracias Nabo Cogollo Jr por la aclaración, muchos amantes del vallenato tienen muchos errores al momento de sacar la letra a los temas antiguos, ya que la tradición oral ha evolucionado tanto que muchas palabras y expresiones coloquiales tienden a desaparecer, pues son expresiones regionales.

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  3. Andrés Landero si no estoy mal, lo menciona en la canción La Florida, que era la hacienda del sr Nabo Cogollo. Mas los saludos que le envió en varias canciones. Nabo Cogollo fue un mecenas de los juglares de la música de acordeón.

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  4. EL Gurrufero es el nombre, no Currupero. Era el nombre de un bar o salón de baile en San Jcinto, fue propiedad de la familia del maestro Adolfo Pacheco.

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  5. La Florida:
    Tengo que volver a La Florida a la finca e Nabo Cogollo
    Tengo que volver a La Florida a la finca e Nabo Cogollo
    allá vive Consuelo y Tina, ella son la luz de sus ojos
    como son buena familia, mi merengue va para todos.
    No puedo olvidar La Florida, donde se hacen parrandas grandes
    No puedo olvidar La Florida, donde se hacen parrandas grandes.
    Alla vive Consuelo y Tina, Nabito con la niña Chave
    Alla vive Consuelo y Tina, Nabito con la niña Chave
    y como bastante me estiman, para mi son inolvidables.
    No puedo olvidar La Florida porque me gusta es región
    Alla viven Consuelo y Tina, serán reinas del algodón
    y como bastante me estiman, yo las cargo en mi corazón.

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  6. Todo exelente. Hasta los comentarios.
    Nabo fue un gran personaje dentro de la cultura folclorica cereteana todo un personaje por donde lo miraran. Para los chistes, parrandas, ganadero, gallero, caballista, etc, etc. Un personaje inolbidable, amigo de sus amigos.
    Bendiciones y saludos.

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