QUEBRADA LA QUINCHA - VILLAPINZÓN (CUNDINAMARCA) |
EL GRITO DE LA TIERRA
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
Este poema fue escrito a petición expresa de una muy apreciada amiga,
la profesora Lilia Marín, de Cajamarca - Tolima.
A ella y su apreciable familia un fraternal saludo.
En la faz de la ancha tierra, la materna y generosa,
La que luce esplendorosa con auroras al trasluz…
Quiso el Dios del alto cielo que naciéramos un día,
Cual destellos de alegría más dorados que la luz.
Los cabellos de la tierra son de verdes esmeraldas,
Parpadeantes en las faldas de las sierras del
confín…
Y sus ríos cristalinos van cantando sus canciones,
Como tiernos corazones en un diálogo sin fin.
Una lágrima azulada tan hermosa cual zafiro
Hizo el mar como un suspiro de tristeza del buen
Dios.
Y en sus olas crepitantes donde el llanto se hizo
espera,
Se alzó en alto la bandera del espíritu en su voz:
-¿Por qué llora
el Dios del cielo? Porque el hombre ha dado penas
A la casa
planetaria tan hermosa como el sol.
Los desechos
industriales han manchado las arenas
Cristalinas de
las playas con un tono tornasol.
Las ciudades contaminan y la tierra llora inerte,
-¡Ya no más me
den la muerte! Solo vida late en mi…
Es el grito desgarrado, del planeta que en su
suerte,
Mira cómo sus paisajes se hacen tierra carmesí.
Más la tierra es poderosa y la fauna resucita,
Con la flora que palpita con su verde por doquier…
Los humanos deben todos entender que nuestra casa
Cuidaremos, no es escasa la misión de proteger.
¡Ya no más viles basuras que degraden a los ríos!
¡Industriales caseríos reconstruyan nuestro hogar!
Con la siembra de mil plantas que defiendan nuestra
tierra,
Y revienten en los valles nueva vida sin parar.
Pues si el hombre se refrena en sus locos arrebatos
Nuestra casa limpia y verde de seguro surgirá…
Como un fénix de cenizas, entre límpidos ornatos,
Que renace limpia y pura bajo el sol que brillará.
Madrid (Cundinamarca), abril 24 de 2017
JARDÍNES INTERIORES CASA DE LA CULTURA - FUSAGASUGÁ (CUNDINAMARCA) |
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